No pudo hacerlo el Athletic Club de Bilbao hace sólo unos días, y eso que tuvieron un buen puñado de ocasiones para ganar, y tampoco lo ha conseguido el Valencia este 2 de diciembre pese a llegar con ventaja al tramo final. Montilivi parece un lugar misterioso en el que se dan circunstancias anómalas. El todopoderoso Real Madrid salvó la papeleta con un contundente 0-3, pero ningún otro club ha ganado aún en la casa del equipo que más goles ha marcado en esta edición de LaLiga EA Sports.
No fue el mejor partido del Girona, amenazante al principio por medio de Artem Dóvbyk. El ucraniano se ha postulado como garantía de gol, pero este sábado no contó con el protagonismo de otras ocasiones (marcó antes del descanso y fue invalidado por posición antirreglamentaria). Poco después, el joven Fran Pérez estiró a los suyos con una gran jugada individual por la banda izquierda y cerca estuvo de abrir el marcador. Su remate salió algo desviado.
Míchel Sánchez, bastante nervioso durante el envite, vio cómo Yangel Herrera abandonaba el terreno de juego antes de alcanzarse el cuarto de hora por una lesión muscular. Pablo Torre, con un papel secundario en la plantilla, fue el elegido para ocupar su lugar. El cántabro, propiedad del Barcelona, no hizo méritos para ser titular la semana que viene e incluso volvió al banquillo justo antes de que los anfitriones remontaran el duelo en un soberbio arreón.
Una rara normalidad en Girona
Pasaron muchas más cosas antes de eso. Una de ellas, la más importante, el soberbio chicharro de Hugo Duro. El grosero error de David López, al que le faltó tensión, dio pie a que el atacante cabalgara sin oposición para acabar definiendo con un remate de puro talento. Una vez más, el cuadro catalán se veía obligado a darle la vuelta a la situación. Aleix García había avisado por partida doble recién inaugurado el segundo acto. Giorgi Mamardashvili, solvente bajo palos.
Tuvieron una oportunidad los ches para sentenciar, un contraataque teledirigido por Javi Guerra que culminó sin éxito Dimitri Foulquier. Dejar con vida a un rival con tanta dinamita arriba nunca es buena idea. Y no sólo sobre el campo, también en un banquillo con múltiples recursos. Quedó demostrado en los compases finales: Cristhian Stuani y Yan Couto entraron al verde como solución de urgencia y ambos fabricaron tanto el empate como el definitivo 2-1.
Éxtasis, locura, emoción... Ya se pueden imaginar cómo subió la temperatura en el estadio cuando los centros medidos del brasileño encontraron al charrúa dentro del área. Y hubo tiempo para un tercero, obra de Sávio Moreira, aunque el VAR rebajó la euforia tras la revisión de la jugada. Luego, con el pitido de Iglesias Villanueva, volvió la fiesta a una ciudad dispuesta a seguir soñando con protagonizar un 'milagro' similar al del Leicester City en 2016.
Jugador Flashscore del partido: Cristhian Stuani.
Las estadísticas del choque están disponibles en Flashscore.