El Girona es uno de los equipos de moda en lo que llevamos de temporada. Hace tiempo que su nombre suena con fuerza en el ámbito de LaLiga EA Sports, pero esta sobresaliente trayectoria tampoco pasa desapercibida más allá de las fronteras nacionales. El cuadro de Montilivi, además, pertenece al grupo de inversión City Football Group (hay más de diez clubes en su conglomerado, entre ellos el Manchester City inglés y el Palermo italiano), por lo que tiene un marcado carácter internacional.

Son líderes con 34 puntos, dos más que el Madrid y tres respecto al vigente campeón, y también se han convertido en los máximos goleadores de la competición (31 tantos en total, dos decenas más que el Cádiz, los peores en este aspecto). Ver a Yangel Herrera, Viktor Tsygankov, Sávio Moreira, Aleix García -el único jugador de campo que ha disputado todos los minutos- y compañía es garantía de juego vertical y ofensivo.

Ni mucho menos se han paseado por el campo en las últimas jornadas, algo impropio en el más alto nivel, pero aun así han conseguido contar los partidos por victorias. El duro 0-3 ante los de Carlo Ancelotti no impidió que dejaran de sonreír. Antes de aquello, el 23 de septiembre, se impusieron al Real Club Deportivo Mallorca con manita incluida. Y eso que Vedat Muriqi puso por delante a los suyos en los compases iniciales del choque (acabó 5-3).

Sin freno

Hubo menos goles, pero igualmente le dieron la vuelta al duelo en la visita al Villarreal, incapaz de hacer buena la ventaja tras el tanto de Dani Parejo al comienzo de la segunda mitad. El ariete Artem Dovbyk y el zaguero Eric García se erigieron protagonistas para alegría (1-2) de una afición que vibró de lo lindo ante el Almería, aplastado antes y después del descanso pese a lograr un sorprendente y provisional 0-2 en el debut de Gaizka Garitano (terminó 5-2).

Y justo antes del parón de selecciones, el pasado 11 de noviembre, los de Míchel Sánchez consigueron activarse en un fortín como es Vallecas. Álvaro García hizo el 1-0 en el cuarto minuto, aunque sirvió de poco porque la conexión ucraniana entre Tsygankov y Dovbyk frustró ese resultado positivo. Ya superada la hora de juego, el brasileño Sávio volvió a dar la nota como mejor sabe para así conseguir la cuarta remontada (1-2) en menos de dos meses.