Sólo un jugador, con el actual formato de fase de grupos de Liga de Campeones, había sido capaz de anotar tres dianas en sus tres primeros partidos con el Real Madrid en esta su competición fetiche: Christian Karembeu. 

El primero del inglés llegó ante el Unión Berlín, una diana en las postrimerías del encuentro, minuto 90+4, que dio la victoria a los blancos. Gol de oportunista, pues cazó un balón lanzado por Valverde para enviarlo a la red en el área pequeña. 

El segundo lo firmó en Nápoles y sirvió para poner el 1-2 tras el tanto inicial de Ostigard para los napolitanos.  Luego haría falta un tanto entre Valverde y Meret en propia meta para ganar. Pero la actuación de Bellingham también fue brillante en el Diego Armando Maradona, con un golazo de potencia, de calidad y de definición perfectas.

Y para no faltar a su cita con la portería contraria, en Braga también mojó Jude. Un disparo desde la frontal del área, con el interior del pie buscando la rosca de fuera hacia dentro. Casi un pase a la red más que un disparo. Otro golazo lleno de precisión. 

Con el dorsal y en la posición de Zidane

En su momento, y ante la pléyade de estrellas que dirigía, Vicente del Bosque tuvo que ubicar a Zinedine Zidane como interior izquierdo. Partía de la banda, pero sólo en el dibuto teórico. Desde allí tenía absoluta libertad para dejar todo el carril a Roberto Carlos e inventar desde dentro. Salvando las diferencias entre el lateral brasileño y los Fran García o Mendy, en los últimos encuentros a Bellingham se le ha podido ver en ese mismo lugar. 

Así piensa Ancelotti que se defiende mejor que con el rombo, con el que el equipo dejaba demasiados espacios libres para el juego entre líneas de los rivales. Así que ubicando en esa parte izquierda al inglés, el equipo ha ganado sobriedad defensiva sin mermar la aportación en ataque de su estrella. 

A la vista está con sus tres goles en otros tantos partidos de Champions y con sus ocho tantos en nueve encuentros jugados en LaLiga.