Porque fueron varias las acciones en las que el mediapunta inglés, de manera más o menos tímida, pidió faltas algunos empujones que recibió por parte de futbolistas del Athletic de Bilbao.
Que si un empujón a su espalda con el hombro por parte de Vivian, que si otra carga cuando tenía el balón controlado y la posición ganada, que si ahora me voy por la banda y cuando ya me he quitado al defensor caigo al suelo... fueron varias las jugadas en las que Bellingham sintió que debían haber pitado falta a su favor. Pero Alberola Rojas no lo consideró oportuno.
Al final del partido, con la victoria ya decidida para el Real Madrid, de nuevo se intentó marchar de su par, en esta ocasión Lekue, y cayó al suelo. Su sorpresa cuando el juez de la contienda no pitó nada fue llevarse la mano a la boca haciendo el gesto de cerrar la boca con una cremallera.
"No sé lo que piensa Bellingham sobre esto, él ha aprendido muy bien lo que tiene que hacer y es callarse", dijo Ancelotti a la conclusión del encuentro sobre esa respuesta de su futbolista.