El partido del José Zorrilla fue una réplica del vivido ayer en el Santiago Bernabéu entre Real Madrid y Getafe. Un equipo luchando por sobrevivir en LaLiga y otro pensando en un partido decisivo de la Europa League frente a la poderosa Juventus.
Mendilibar, en su regreso a Pucela, donde es querido y admirado por los más de 3 años que pasó allí, con un ascenso incluido, dio descanso a jugadores clave como Navas, Acuña, Gudelj, Fernando y En Nesyri pensando en el duelo del jueves en la caldera del Pizjuán. Otros futbolistas importantes como Ocampos y Suso, recuperándose de problemas físicos, tampoco eran de la partida.
El Sevilla, que sólo ha perdido un partido de diez con su nuevo entrenador, y ha mutado en equipo competitivo, no iba a regalar nada a pesar de las bajas. El necesitado Valladolid de Pezzolano sabía que tendría que picar en la mina para lograr un resultado positivo. Por si no lo tenía claro, se lo recordaron Rakitic y Rekik en una falta sacada por uno y rematada por otro que envió Masip a córner.
Los castellanos querían pero no podían. Les costaba mucho acercarse a la portería de Dimitrovic. Rafa Mir volvió a avisar, de cabeza, tras un centro de Montiel desde la derecha. Los nervios en Pucela iban subiendo de nivel.
Pucela sacó el orgullo
El Valladolid se fue arriba con ganas y en el minuto 39 llegó su mejor ocasión de la primera mitad. Un doble remate de Escudero lo sacaron Dimitrovic primero y Badé después. Exactamente lo mismo que hizo Masip poco después a otro remate de Rafa Mir. El partido derivó de aburrido a correcalles, con Larin convertido en un dolor de muelas para la defensa hispalense. Los locales llegaban más y los visitantes generaban peligro a la contra.
La gran polémica llegó con el pitido del árbitro para irse al descanso. Medio segundo después Escudero marcó un golazo desde fuera del área al que Ortiz Arias no dio validez porque ya había decretado el final. La decisión soliviantó a los jugadores y a la grada pero la decisión era inamovible. El Valladolid se iba con rabia al vestuario.
La segunda parte comenzó con una brutal presión hacia el árbitro y un remate de “Papu” Gómez que detuvo Masip. El “a por ellos” y otros cánticos menos amables atronaban en la grada. Se apagaron cuando Rafa Mir marcó ¡con el pecho! un centro de Montiel. El murciano lo buscó y lo encontró.
Javi Sánchez, en maniobra de delantero más que de central, recortó y chutó en el área andaluza pero Dimitrovic volvió a responder de forma impecable. Los de Pezzolano llegaban con frecuencia pero sin acierto. Larin, la referencia ofensiva del equipo, dejó un gran balón en el área a Monchu pero el mallorquín la envió fuera.
En el 78 un pase de Gudelj a "Papu" Gómez acabó en gol. El árbitro lo anuló por fuera de juego que no era y el VAR rectificó su decisión. En el 90 Escudero, otra vez él, sacó el látigo que lleva en su pierna zurda para enviar el balón al larguero. La eficacia marcó la diferencia porque el Sevilla sí veía puerta con facilidad. En el 93 un taconazo de Fernando le puso el balón a Corona, que remató con maestría.
El Valladolid visitará el viernes el Nuevo Mirandilla para medirse al Cádiz en un duelo por seguir vivos. El que pierda ese partido tendrá muchas papeletas para irse a Segunda División.
Jugador Flashscore: Rafa Mir
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