Si alguna vez ha tenido la posibilidad de que le hagan un traje a medida o simplemente se ha mirado en el espejo y se ha encontrado irresistible, sabrá cómo se siente el Sevilla en la Europa League. Cómodo, seguro de sí mismo, encantado de conocerse. Da igual que la fiesta sea en Old Trafford o en el Juventus Stadium. 

Así lo demostró en una primera mitad de ensueño en Turín. La Juve quiso asustarle, amedrentarle. Pero Mendilibar le ha dado un toque de paciencia muy útil en estas situaciones. Aguantar bien colocados y esperar el momento, que llegará, para ir avanzando, ganando terreno. Le llegó el premio a Ocampos con un par de remates de cabeza bien sacados por Szczesny. Y lo aprovechó En-Nesyri con su pierna mala tras una excelente contra del argentino, un amago de Bryan Gil y un remate del marroquí que pilló a contrapié al meta polaco.

El Sevilla se gustaba, era el de las grandes noches. Incluso perdonó el segundo porque Danilo le robó la cartera a En-Nesyri cuando encaraba la portería. Atrás no sufría. Vlahovic tuvo dos grandes oportunidades, ambas en fuera de juego. Por si acaso, ahí estaba Bono, titular en Europa, para frenarlo. Quien más cerca estuvo de marcar había sido Kostic, aún con 0-0, pero su remate cruzado salió desviado. 

Sólo había que lamentar la lesión de Ocampos, el que mejor entendió y ocupó los espacios gigantes que dejaban Sandro y Kostic por su banda. Entró Montiel, pero se echó en falta la profundidad de su compatriota.

Garrafón en la coctelera

En la reanudación, Allegri cambió el sistema y metió a Chiesa y a Iling Junior. Ganó en mordiente, en presencia ofensiva, especialmente con el joven extremo inglés. El Sevilla jugaba de nuevo en bloque bajo, cortando el juego con faltas cuando era necesario, muy a la italiana, con Fernando de hombre ancla y de nuevo sin sufrir. Apenas un remate lejano de Iling que atajó bien Bono. Vlahovic, por cierto, ya hacía rato que maldecía en el banquillo su nefasto partido. 

La desesperación en la Vecchia Signora, y eso que los sevillistas no tiraron a puerta en toda la segunda mitad, obligó a su técnico a agotar los cambios con más de 20 minutos aún por jugar. Entró Pogba, recuperado ya de su larguísima lesión, por un desacertado Di María. Pero agitar la coctelera no mejoró el sabor del encuentro... hasta que, cumplidos los seis minutos de añadido, con los bianconeri a la desesperada, en un córner se encontraron con el testarazo de Gatti en boca de gol. 

Un empate de Turín puede ser un buen resultado pensando en la vuelta en el Pizjuán, pero nadie le podrá quitar el sabor amargo que dejó el 1-1 cuando ya el triunfo estaba en el zurrón.

Jugador Flashscore del partido: Fernando (Sevilla).

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