Lo bueno para la entidad rojilla es que, en el mismo comunicado oficial del organismo europeo, le informa de que queda en suspenso si no vuelve a acudir a tribunales externos al deporte en los dos próximos años.
"La UEFA impone al club una sanción de un año sin participar en competiciones europeas, sanción que queda a su vez suspendida durante un periodo probatorio de 2 años. Durante ese periodo, si la entidad no recurre a la justicia ordinaria, la sanción quedará sin efecto", señala la comunicación recibida por Osasuna.
Además, el club navarro deberá pagar 100.000 euros de multa y se le retendrá un 5 % de los ingresos que consiga en la fase de grupos de la competición continental siempre que se clasifique para ella, claro está.
De este modo, Osasuna, que ya había recibido el visto bueno para poder participar en la Conference 23/24, una vez demostrado que fue víctima y no culpable en el amaño de partidos por parte de antiguos directivos, no sufrirá ninguna sanción deportiva adicional si durante los dos próximos años no recurre a la justicia ordinaria contra UEFA.
"La entidad acatará la decisión del Comité de Apelación de la UEFA y no la recurrirá", han asegurado los pamplonicas.