Este lunes, Luis De la Fuente atendió a los medios en la antesala del partido entre España y Chipre. En la sala, en lugar de hablar acerca de los siete goles marcados por el equipo ante Georgia, del papel de Álvaro Morata o de una posible rotación en el arco después de un error de Unai Simón, las primeras preguntas fueron relacionadas con Luis Rubiales y su dimisión. 

“He dicho todo lo que tenía que decir. Máximo respeto a su decisión", respondió el míster con su sinceridad habitual. En sí, se realizaron seis preguntas sobre Rubiales. Unas cuantas acerca de Lamine Yamal y pocas del rendimiento de España y de la importancia del partido de este martes ante Chipre. 

Tranquilidad y madurez

Pese a las constantes críticas, De la Fuente se ha mostrado como un hombre tranquilo y maduro. Como expresó el lunes, 40 años de experiencia le han enseñado. En los últimos días logró esquivar los cuestionamientos sobre el caso Rubiales.

Para ello, lo primero que hizo antes del inicio de la fecha internacional fue pedir perdón por sus aplausos en la Asamblea de la Federación. "No tengo que dimitir. Tengo que pedir perdón por un error que he cometido", dijo.

De la Fuente sigue en su cargo y disputará su sexto partido como seleccionador de mayores. Ya ganó un título con ‘La Roja’. Ya empezó a gestionar una renovación de plantilla necesaria y sin integrantes de la “época dorada” del fútbol español. Es un entrenador curtido de experiencia y ha demostrado que conoce a la perfección el manual para sobrevivir a sus encuentros con los medios. “En nueve meses nunca he tenido una rueda de prensa tranquila”, comentó antes del partido ante Georgia. 

Por ahora, como él mencionó, lo único importante es ganarle a Chipre. "Pienso que cuanto más tranquilos estemos los profesionales, mejor. Desconozco los tiempos para la elección... nosotros seguiremos pensando en fútbol, y si Dios quiere estaremos en la Euro 2024 y estamos pensando únicamente en ello", explicó.