Mbappé, 24 años, Dembélé, 26, Kolo-Muani, 24: son jóvenes y tienen un valor de mercado total, según Transfermarkt, de 320 millones de euros. El nuevo trío francés del París Saint-Germain podría ser la próxima solución ofensiva del seleccionador de Les Bleus.
Dado que Olivier Giroud (36 años) probablemente elija la Eurocopa 2024 como su última oportunidad, y que Antoine Griezmann (32 años) no represente el futuro a largo plazo de la selección francesa, sólo Kinglsey Coman (27 años) y Marcus Thuram (26 años) parecen capaces de suponer una competencia real para Deschamps. Por detrás de ellos, Christopher Nkunku (25) y Moussa Diaby (24) no andan muy lejos, pero todavía no parecen estar en condiciones de sacudir la jerarquía.
Así pues, con el partido contra Irlanda a la vuelta de la esquina, la posibilidad de que Kolo-Muani apoye a Mbappé y Dembélé existe realmente. Aparte de la reciente lesión sufrida por el último fichaje del PSG a finales de agosto, hay pocos elementos que sugieran lo contrario. Y, sea como fuere, es importante entender que sólo podremos juzgar este posible cambio en los próximos meses.
¿El futuro tridente ofensivo de los Bleus?
"Es algo bueno para nosotros si ocurre, los jugadores que juegan en el mismo equipo, hay una sensación de automatismo. No funciona contra la selección francesa, aunque desde nuestro punto de vista, eso no va a ser un criterio", declaró el seleccionador de Les Bleus a la prensa el 31 de agosto.
Luego, el lunes, se refirió a la relación técnica entre Mbappé y Dembélé: "Están acostumbrados a jugar juntos en la selección francesa. Están acostumbrados a jugar juntos en la selección francesa. Siempre han tenido una buena relación técnica". Eso no le impidió dar un poco más de contenido sobre nuestro famoso trío: "El hecho de que jueguen juntos todos los días les permitirá mejorar su relación. Todo es positivo".
Deschamps es muy consciente de lo que está pasando en cuanto al futuro de su ataque. Si intentamos leer entre líneas, al final hay pocas posibilidades de ver a los tres titulares en el Parque de los Príncipes. No importa, tendrán tiempo de sobra para hacerlo a las órdenes de Luis Enrique en cuanto regrese el fútbol de clubes. En cuanto a los Bleus, aunque no formen de inicio, es posible verlos jugar juntos durante el partido. Ocurrió contra Grecia en junio, durante casi diez minutos -entre el 77ᵉ y el 86ᵉ.
También ocurrió contra Gibraltar durante más de veinte minutos, así como durante el Mundial contra Túnez. En resumen, los tres ya se conocen bien y es fácil imaginarse a los tres jugando cada fin de semana. Esto sólo puede ser un buen augurio para los próximos partidos.
Técnica y tácticamente, es probable que se complementen bastante bien a largo plazo, tanto en el PSG como en la selección francesa. Aparte de esperar la verdad sobre el terreno de juego, realmente no hay mucho más en su haber. Sin embargo, sí parece muy prometedor de cara a los próximos meses, sobre todo con un torneo como la Eurocopa a la vuelta de la esquina el próximo verano. Y de aquí a entonces, todavía quedan muchos partidos por delante para ir perfilando la futura delantera francesa.
Lo único que podemos hacer ahora es esperar que, como Deschamps ha recordado a la prensa en los últimos días, puedan establecerse automatismos sólidos. Eso podría llevar algún tiempo, pero Irlanda ya es una buena prueba. Pero, ¿es demasiado pronto para que el "MDKM" tome el poder?