Luis de la Fuente no pierde su optimismo y considera que España, la que hemos visto en estos dos amistosos, "puede llegar muy lejos". En sus argumentos, esgrime que el equipo "ha aprendido mucho" y que han sacado "conclusiones muy positivas".
Entre esas buenas sensaciones podría estar la puesta en escena en ambos partidos, con la presión alta siendo muy efectiva. También la actuación de algunos futbolistas a nivel individual, como los extremos Yamal y Williams ante Brasil. O la infinita superioridad de Rodri en el centro del campo.
Pero aquellos que quieran ver el vaso medio vacío, también tienen su razón. Por ejemplo, que en cuanto los rivales hicieron modificaciones para sacudirse la presión, La Roja no tuvo un plan B. Del mismo modo, hay jugadores cuyo nivel, ahora mismo, no está para formar parte de una aspirante a ganar la Eurocopa.
Empezando por el capitán, Morata, que acabó silbado antes de su cambio después de fallar varios balones y perder los mismos. Igualmente, hay dudas en torno al sistema defensivo, donde, obviando el error de Unai Simón ante Brasil, Laporte parece estar acusando no jugar una liga competitiva. Por no hablar del tridente ofensivo que salió ante Colombia -Gerard Moreno, Oyazarbal y Joselu-, que siempre la piden al pie, nunca al espacio, y no son capaces de encarar en el uno contra uno.
