Italia no fallará a la gran cita del próximo verano. Después de los reveses en las dos últimas clasificaciones para el Mundial, la cuatro veces campeona del Mundo y dos de Europa vuelve a estar entre las mejores.
En el Bay Arena de Leverkusen había aroma de partido grande desde antes del pitido inicial. La interpretación de los himnos nacionales de Italia y de Ucrania, momento emotivo donde los haya habitualmente, tuvo un plus por la gran colonia italiana residente en Alemania y por los exiliados ucranianos en tierras germanas después de la invasión rusa.
La campeona de Europa no podía fallar. Después de haberse quedado fuera de los dos últimos Mundiales, la palabra derrota no entraba en su diccionario.
Spalletti tocó pocas teclas con respecto al partido de Macedonia del Norte que se saldó con buen juego y mejor resultado. Buongiorno sustituyó a Gatti en el eje de la zaga, Di Lorenzo a Darmian en el lateral derecho, Frattesi a Bonaventura en el medio y Zaniolo a Berardi en punta. La columna vertebral, la misma: Donnarumma-Acerbi-Jorginho y Barella-Raspadori. Ucrania salía con todo su arsenal, con los Mudryk, Zinchenko y con "nuestros" Tsygankov y Dovbyk.
El partido tuvo un inicio vibrante. Chiesa, quizá el mejor ante Macedonia del Norte, remató alto. Posteriormente, Sudakov puso un nudo en la garganta de todos los aficionados italianos al poner en serios apuros a Donnarumma con un potente disparo. Pero la bianca durante el lunes quiso tomar las riendas del juego. Barella probó de lejos a Trubin. Posteriormente, llegó la conexión napolitana, gran centro de Raspadori que Di Lorenzo remata forzado con la testa.
La verticalidad de Chiesa
Mediada la segunda mitad, Italia se adueñó del partido. Di Lorenzo volvió a probar fortuna de cabeza. Después, Chiesa volvió a hacer gala de una gran verticalidad para filtrar un pase magistral hacia Frattesi que repelió el meta ucraniano. El extremo de la Juve se hizo el dueño y señor de la banda izquierda,. De hecho en una cabalgada suya poco faltó para que Raspadori empujara el servicio a la red.
En la reanudación, Spalletti cambió de punta: dentro Scamacca fuera Raspadori. Chiesa siguió intentándolo de todas las maneras posibles, recordando al protagonismo que tuvo en la final de la última Eurocopa.
Ucrania despierta
Pero Ucrania despertó. Una falta de entendimiento entre Di Lorenzo y Donnarumma provocó una ocasión clamorosa de Mudryk salvada por Donnarumma. Inmediatamente después fue Tsygankov el que probó fortuna.
Mientras tanto, Italia movía el banquillo. Un tocado Zaniolo abandonaba el terreno de juego para dejar su hueco a Politano. Cristante entraba por Jorginho. Chiesa, probablemente el mejor jugador del partido, fue sustituido por Kean a falta de 10 minutos para el final.
Politano lo intentaba, con un disparo que se fue alto. A los minutos finales se llegó con mucha tensión por ambos bandos. Acudir directamente a la Eurocopa no es un premio menor.
Ucrania intentó asediar la zaga italiana en los minutos finales. Donnarumma repelió una ocasión de Sudakov y en el descuento los ucranianos pidieron penalti por falta dentro del área de Cristante sobre Mudryk, que Gil Manzano no consideró como tal.
Italia ha vuelto. El próximo verano dará mucho que hablar en Alemania.
Jugador Flashscore del partido: Federico Chiesa.
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