Escocia está viviendo un momento dulce y cada vez está más cerca de lograr su objetivo... o al menos va por el camino adecuado. Incluso cuando parecía no ser el mejor día, cuando la primera derrota estaba más cerca que en ninguna otra ocasión, entonces llegó una remontada inesperada para ilusionar a toda una nación y, de paso, frustrar a otra que empieza a ver cómo se le complica su viaje hacia Alemania.

Marcó Erling Haaland desde los 11 metros pasada la hora de juego tras perderse los compromisos contra Georgia (1-1) y España (3-0). Se estrenó, por tanto, como más le gusta a él, mandando el balón a la red, pero su acierto de penalti resultó insuficiente para los nórdicos. Lyndon Dykes igualó en el minuto 87 y Kenny McLean selló la remontada (1-2) antes de que se cumpliera el tiempo reglamentario.

Chipre se queda con cero puntos tras perder su encuentro (1-1) frente a Khvicha Kvaratskhelia y compañía. No vio portería la estrella del Nápoles -lo hicieron George Mikautadze y Zuriko Davitashvili- en un triunfo que sirve para, con cuatro puntos, adelantar a España, a la que ahora le importa más bien poco esta cuestión y tiene puesto su foco sobre la final de este domingo (frente a Croacia).

La Roja tiene margen de sobra, sobre todo porque está a una unidad de la segunda plaza, si bien tendrá que apretar para, aunque a nivel continental es menos probable, evitar que le ocurra lo mismo que a Italia, sin billete para las dos últimas ediciones del Mundial. Noruega, por su parte, reduce sus posibilidades y ya mira de reojo hacia la Liga de Naciones, competición que dilucidará qué selecciones se clasifican para la repesca -serán las cuatro mejores de las divisiones A, B y C-.