España tan solo ha pinchado en un partido hasta la fecha y ha sido ante su rival de este jueves en La Cartuja. La derrota (2-0) en Hampden Park dejó un mal sabor de boca en el equipo que no se mitigó hasta la conquista de la UEFA Nations League, con victorias de prestigio frente a Italia y Croacia.

Este dato, da fe del buen momento que atraviesa el combinado escocés. Cinco victorias en cinco encuentros que le meten de lleno en la próxima Eurocopa, en un grupo en el que a priori no era favorito, estando de por medio España y la Noruega de Haaland y Odegaard.

Su estrella es Scott McTominay. El mediocentro del Manchester United nos hizo un doblete en Glasgow y con seis goles ocupa el segundo lugar de la lista de máximos goleadores de la fase de clasificación. Tan solo le supera el belga Lukaku con ocho. El danés Hojllund también ha conseguido seis dianas.

Recuperar el orgullo perdido

El equipo dirigido por Steve Clarke cuenta con otros jugadores de nivel como Lyndon Dykes, clave en la victoria por 1-2 en tierras noruegas, o los mediocentros Callum McGregor y John McGinn que han dado solidez a su selección en una posición clave. Además, Escocia está capitaneada por un clásico del Liverpool como es Alex Robertson. Para esta ventana, los escoceses cuentan con la baja de Kieran Terney. El jugador de la Real Sociedad padece una lesión en la musculatura isquiosural del muslo izquierdo.

El objetivo de los escoceses es recuperar el esplendor de tiempos pasados. No participan en un Mundial desde Francia 1998, por lo que han faltado a los seis últimos.

Estuvieron presentes en la última Eurocopa pero pasaron por ella sin pena ni gloria. Un empate con Inglaterra y dos derrotas ante Croacia y la República Checa les enviaron a casa a las primeras de cambio. Tampoco participaron en las cinco ediciones anteriores. No se les veía en un campeonato europeo desde Inglaterra 1996. Eran otros tiempos. En aquella escuadra jugaban Andy Goram, Gary McAllister o Ally McCoist.