El PSV se ha convertido en la gran envidia de, como mínimo, su país. Líder indiscutible de la Eredivisie, es el principal candidato a conquistar el torneo copero (KNVB Beker) y está vivo en Champions. Las opciones de éxito se reducen de forma drástica en esta última competición, principalmente porque el nivel sube varios escalones, pero el mero hecho de llegar a los octavos de final es ya un triunfo -también en el apartado económico-.

El rumbo es perfecto en Liga, ya que ha terminado la primera vuelta con pleno de victorias (17). Es imposible hacerlo mejor, desde luego. Este gran rendimiento le permite disfrutar de una situación soñada e idílica, con 51 puntos en la tabla, una docena más sobre el segundo clasificado (el Feyenoord, que suma 39 unidades). La entidad de Róterdam necesita algo así como un milagro para remontar en los próximos meses.

En cuanto a los goles a favor, la diferencia sobre su más inmediato perseguidor es mucho más reducido (59 frente a 50). Y uno de los principales culpables en este apartado es Luuk de Jong, que acumula 23 en total -15 de ellos en el campeonato doméstico-. El ex del Sevilla, club contra el cual vio portería el pasado 3 de octubre, sigue dando alegrías a la afición y va camino de superar sus mejores registros históricos. 

El cuadro comandado por Peter Bosz, que también tiene en sus filas a Sergiño Dest (cedido por el Barcelona), ha encajado siete chicharros (32 lleva el Ajax de Ámsterdam y 41 ha recibido el Volendam), un ingrediente clave de cara a esquivar las derrotas. Teniendo en cuenta los partidos oficiales, sólo han perdido una vez desde que arrancó la actual campaña, contra el Arsenal, en el Emirates Stadium (4-0). Su próximo reto a nivel continental será frente al Borussia Dortmund en octavos.