Real Madrid y Barcelona están muy solos en su afán de construir la Superliga Europea. Como un goteo constante, son muchos los que están rechazando la opción de volver a formar parte de esta organización o, directamente, de unirse a ella. 

El Atlético de Madrid, que también formó parte de la idea original, ha expresado su renuncia a volver a unirse. "Estamos a favor de proteger a la gran familia del fútbol europeo". 

Uno de los que siempre ha renegado de esa idea de formar parte de otro proyecto distinto al de la UEFA, ha sido el Bayern de Múnich. "Estamos comprometidos con las competiciones europeas de clubes bajo el paraguas de la UEFA", ha declarado su consejero delegado, Jan Christian Dreesen. 

El Dortmund es otra de las entidades que no jugaría ese gran torneo. "Para el Borussia Dortmund, independientemente de las discusiones sobre el veredicto, se aplica lo siguiente: no estamos disponibles para una Superliga". 

"Nuestra postura no ha cambiado. Seguimos plenamente comprometidos con la participación en las competiciones de la UEFA y con una cooperación positiva con la UEFA, la Premier League y otros clubes a través de la ECA en el continuo desarrollo del fútbol europeo", ha comunicado el Manchester United. 

Del mismo modo, la propia Premier ha reiterado "su compromiso con los principios claros de la competición abierta que sustentan el éxito de las competiciones de clubes nacionales e internacionales".

También la Roma ha seguido esta estela. "La Roma reitera su posición respecto a los valores y el futuro del fútbol europeo. El club no apoya en modo alguno ningún proyecto de la llamada Superliga". 

Cómo no, el PSG, cuyo presidente, Al Khelaifi, es el máximo dirigente de la Asociación de Clubes Europeos y gran enemigo de la Superliga, también ha expresado, de nuevo, su negativa a un nuevo torneo. "El Paris Saint-Germain rechaza total y completamente cualquier plan para la llamada Superliga, que ha sido así desde el primer día y siempre será así".