Todos están pendientes de Mbappé (25) de cara a la eliminatoria de vuelta de cuartos de final de la Champions League que enfrentará al Barça con el PSG. Sin embargo, en Montjuic esperan con muchas ganas a un viejo conocido para ofrecerle un caluroso recibimiento, pero no en el sentido positivo de la palabra.
El sujeto no es otro que Ousmane Dembélé (26), un hombre cuyo paso por Barcelona estuvo marcado por las incontables lesiones que sufrió y que se ha reconciliado con la regularidad en la ciudad del amor. Además, cumplió a la perfección la "ley del ex" en el partido de ida, marcando uno de los dos tantos de la escuadra dirigida por Luis Enrique (53).
Dada su escabrosa despedida de la entidad catalana y su resurgimiento en Francia, los aficionados blaugranas viven con la sensación de que el extremo galo no fue todo lo profesional que debería haber sido durante sus seis temporadas en el Camp Nou.
A buen seguro, el público barcelonés, que ve muy cerca estar en semifinales por primera vez en cinco años, le transmitirán al Mosquito su descontento. Principalmente, se espera una sonora pitada cuando pise el terreno de juego y, durante el encuentro, convertirán en un infierno cada acción en la que el balón pase por sus pies.
¿Por qué tanto odio?
El hate a Dembélé por parte de los hinchas azulgranas viene de lejos, incluso antes de que abandonara la entidad cinco veces campeona de Europa. ¿Pero cuáles han sido los motivos que han generado esa animadversión hacia un jugador que resistió en el barco durante una de las épocas más oscuras del Barça?
Como hemos dicho más arriba, uno de los factores clave fueron las constantes lesiones: 119 partidos no jugados en el FC Barcelona y un total de 784 días (2,14 años) de baja por problemas físicos. Eso dejó al francés con 185 apariciones entre el curso 2017/18 y el 2022/23, unos pobres 30,83 choques por temporada en un equipo que disputa todas las competiciones cada año.
Si nos fijamos en ese primer factor, es comprensible el desagrado con Dembo dentro del barcelonismo, pero lo cierto es que, cuando participó, su aportación directa en los goles de la plantilla no estuvo del todo mal. En todas sus comparecencias como culé, convirtió 40 dianas y repartió 43 asistencias para un total de 83 contribuciones.
Ahora, con el Paris Saint-Germain, busca dejar fuera de la Liga de Campeones a sus antiguos compañeros. Para ello, deberá remontar un 2-3 en contra y mejorar su puntería, puesto que sólo ha marcado dos tantos en lo que va de campaña, aunque acertó en el duelo de ida. Por otro lado, sí se ha mantenido certero en el pase, con 13 servicios en 32 encuentros como parisino.