El técnico portugués está en el paro desde que fue despedido en la Roma y, como ha sido habitual en otras ocasiones, se desplazó este sábado al Estadio do Bonfim.
Acostumbrado a partidos de otro calibre mediático y deportivo, José Mourinho nunca ha ocultado su afecto por el Vitória FC, que cada vez está más lejos de la elite.
Tras dejar el Manchester United, no era extraño encontrarle tras los pasos del plantel de Setúbal, pero ahora es diferente.
Con el equipo en la cuarta categoría del fútbol luso, Mourinho, que abandonó Italia en enero, se sentó en la grada para ver el duelo contra el Sintrense, correspondiente a la vigesimoprimera jornada de la Serie D de la competición.
Fue un duelo muy diferente al último como entrenador de los giallorossi, pero que acabó con final feliz para los locales. Daniel Carvalho y Caleb marcaron los goles en un lapso de cinco minutos. El ascenso está más cerca si cabe.