Bryan Zaragoza (22) contaba los días para estrenarse desde que aterrizó en el Bayern de Múnich, el coloso de Alemania que acostumbra a dominar en la Bundesliga sin apenas oposición. Lo de la temporada pasada, cuando el Borussia Dortmund peleó por el título hasta el final, sirvió como aviso de cara al actual curso. Sin embargo, no es la entidad del Signal Iduna Park la que aspira a acabar con dicha hegemonía, sino el sorprendente Bayer Leverkusen.
El ex del Granada llegó a tierras germanas cuando la distancia respecto al liderato era de dos puntos. Muchos, de hecho, seguían colocando al plantel comandado por Thomas Tuchel como el gran favorito. Ahora, en cambio, la situación ha cambiado radicalmente. Antes de la última e inesperada derrota, por 3-2 ante un oponente que se ubica en el undécimo puesto de la tabla, fueron aplastados contra el Die Werkself en un duelo con aroma a final (3-0).
Para colmo, la otra vía para levantar un título también empieza a torcerse. La visita a la Lazio, con motivo de la ida de octavos de la Liga de Campeones, se saldó con otro revés (1-0), por lo que están obligados a remontar en casa. Ya son tres resultados negativos de forma consecutiva y, desde luego, hay un sinfín de motivos para el pesimismo. Los goles de Harry Kane, máximo goleador en el torneo doméstico y autor de cuatro dianas en Champions, dan ciertas esperanzas.
Un abrupto inicio
A Bryan le ha costado entrar en los planes de Tuchel, quien reconoció en rueda de prensa que había "problemas lingüísticos" con el veloz extremo. Ya el pasado 3 de febrero, cuando apenas habían transcurrido unas horas desde su fichaje, formó parte de la convocatoria para jugar en la victoria ante el Borussia Mönchengladbach (3-1). Finalmente se quedó en el banquillo, al contrario que en Leverkusen debido a un resfriado.
Se recuperó antes del compromiso en la capital romana, pero tampoco recibió la confianza del discutido preparador a pesar del adverso marcador. El momento que tanto tiempo llevaba esperando tuvo lugar el sábado, cuando le tocó salir al terreno de juego, allá por el minuto 63, con 2-1 en contra. Un posterior penalti de Dayot Upamecano, que fue expulsado, complicó aún más la tarea. Este nuevo tropiezo reduce al mínimo el margen de error.