Da igual lo mal que vayan las cosas, si tienes a Patrick Mahomes en tu equipo, siempre dispondrás de una oportunidad para tratar de llevarte la victoria. Así les sucedió a unos Chiefs que estuvieron muertos muchas veces en la Super Bowl LVIII y renacieron gracias a su quarterback y a un desempeño defensivo encomiable.
El mariscal texano dio una auténtica exhibición para arrebatarle la esperanza de ser campeones por sexta vez a los San Francisco 49ers. Muy consciente de que la situación en la prórroga requería adoptar medidas desesperadas, salió de su zona de confort y avanzó 66 yardas por tierra.
Pese a recibir una intercepción que pudo complicar las cosas a los de Andy Reid tras el descanso, terminó con 333 yardas por aire, dos touchdowns y un 34/46 en el pase que le sirvieron para tener un rating de 99.3. Cifras notables, sobre todo teniendo en cuenta la presión a la que estuvo sometido por la defensa rival durante buena parte del choque.
Ni Usher, ni Taylor Swift, ni Jay-Z, ni LeBron James... la única e indiscutible estrella en el Allegiant Stadium de Las Vegas fue Mahomes. Mantuvo la templanza cuando todo se desmoronaba y supo conducir al 'Chiefs Kingdom' a una nueva conquista que les convierte en dinastía.
Que tiemble Tom Brady. Con 28 años y tres títulos, el único techo del '15' es el de convertirse en el mejor jugador de fútbol americano de todos los tiempos. Al camino aún es largo, pero con seis finales de conferencia y cuatro Super Bowl en cinco años, pinta que el ex de Patriots y Buccaneers tendrá que poner su trono en disputa.