En el baloncesto existen dos tipos de equpos. Aquellos que sostienen una base a raíz del buen funcionamiento defensivo y los otros que, por el contrario, crean una estructura organizada a través del ataque.
Los clubes que le entregan todo al ataque suelen reflejar dos mundos: en la ofensiva son planteles temibles, con jugadores de peso y eficaces. En la defensa, casi siempre, son endebles, permisivos o físicos.
El Bayern Múnich es, sin lugar a dudas, un equipo que se ajusta a la primera descripcción. A pesar de la derrota de los teutones frente al Barcelona (73-84), el conjunto alemán es uno de los clubes en los que la solidez y la disputa física son el diario vivir de sus integrantes.
Esa defensa, precisamente, ocasionó que el Barcelona buscara soluciones. La profundidad no llegaba. El equipo español presentaba serios inconvenientes para intentar descontar puntos. Cuando, de repente, la plantilla culé encontró un método con el cual doblegó, diesmó y, al final, liquidó a los alemanes: el tiro exterior.
Sí. Los tiros desde el exterior le han dado al Barça un triunfo importante en la Euroliga. El club español inició con un mal porcentaje el partido. Sin embargo, cuatro triples de Alex Abrines le han brindado el espacio suficiente para encaminar la victoria.
En el arranque, ha sido Abrines el encargado de enderezar el curso culé. En la salida, la intensidad, potencia y entrega de Laprovittola le han entregado a la escuadra la posibilidad de poner tierra de pormedio y, en el último tramo del encuentro, Jokubaitis ejecutó un plan defensivo que le ayudó al Barça a sostener el valioso resultado.
El inicio del Barcelona en el encuentro ha sido preocupante. El Bayern sumó los ocho primeros puntos. No obstante, el buen control de los rebotes ha hecho que el club español igualara el marcador por 18-18. Aunque la estadística reflejaba paridad, la escena que prescenciaban los seguidores alemanes era distinta. El Barça no se sentía cómodo en la cancha.
El deporte completa una de las leyes básicas de la naturaleza. No siempre es necesario hacer las cuestiones bien para obtener el resultado que la sociedad espera. Eso, en escencia, es lo que ha hecho el Barcelona este martes. El equipo ha solventado la incomodidad a la que lo indujo el Bayern gracias a los triples de Abrines, que le brindaron una sólida ventaja.
Con la moral alta, el plantel ha cerrado de buena manera el marcador y, ahora, se acerca a los primeros lugares de la Euroliga con dos victorias y un empate a su favor. El Bayern, por su parte, sigue colista.
Acaba la mala racha del Valencia Basket
El equipo entrenado por Álex Mumbrú llevaba cuatro partidos perdidos de manera consecutiva, los dos últimos decididos tan solo por un punto en contra en La Fonteta (76-77 contra el Asvel en la Euroliga y 74-75 contra el UCAM Murcia en la Liga Endesa).
Los taronjas viajaban a Estambul con todas las de perder, tanto por la mala racha como por el rival al que se iban a enfrentar. Un Anadolu Efes, el vigente campeón de la competición, que llevaba en la misma cinco victorias consecutivas como local.
Los turcos estuvieron siete puntos arriba en el último cuarto (73-66), pero los españoles tiraron de orgullo para darle la vuelta al marcador y que esta vez un partido ajustado cayera de su lado. Quedaban cinco segundos de encuentro y los locales ganaban por uno al haber metido un triple Beaubois. El base de los valencianos, Chris Jones, se la jugó en un aclarado en el que hizo volar a su defensor con una finta y le sacó la falta. El estadounidense, que no había acudido a la línea de personal en todo el partido, tuvo la sangre fría para anotar sus dos tiros y, de este modo, consumar la sorpresa y conseguir para los suyos la primera victoria de la temporada en la Euroliga (91-92).
Jones acabó el choque con 15 puntos, dos rebotes y ocho asistencias, aunque el mejor de los visitantes fue Bojan Dubljevic (20-5). Por parte del Anadolu Efes, un día más el más destacado fue Vasilije Micic (22-2-8), bien escoltado por su compañero Will Clyburn (18-2).