Quique Setién estará contento por que sus jugadores hayan comprendido la idea y el patrón de juego, pero nada más que por eso. Los resultados están siendo duros desde la llegada del cántabro: un empate y dos derrotas, aunque dos de ellos no han tenido ninguna consecuencia. El 1-0 ante el Athletic Club en San Mamés, pese a ser corto, es el que más daño ha podido hacer porque es también un rival directo por Europa, aunque en lo anímico no se queda nada atrás después del 3-0 frente al Lech Poznan en Conference League.

Lo visto este pasado jueves es un síntoma de preocupación. Con el primer puesto asegurado, los groguets afrontaban con mucha tranquilidad el duelo en Polonia, pero eso tampoco justifica la dura goleada. El cuadro visitante tuvo el 70% de la posesión, una cifra nunca vista con Unai Emery en esta campaña. Sin embargo, ya en su estreno, Setién consiguió que los suyos alcanzaran el 75% (2-2 ante el Hapoel Beer Sheva). Ambos datos se quedaron muy lejos del 57% ante los rojiblancos en LaLiga.

Durante esta campaña 2022/23, el Villarreal ha sido dominador en la mayoría de los encuentros -en posesión-, pero no tanto como ahora. Se trata de un adjetivo a veces engañoso porque un equipo puede controlar un encuentro sin tener el balón. Fue contra el Getafe, antes de que llegara el ex del Barcelona, cuando se produjo un dato aproximado (65%). Los azulones suelen ser reacios y no acostumbran a someter a los rivales a través del esférico, de ahí también que fuese ante el propio equipo de Sánchez Flores.

El próximo reto del cuadro castellonense será frente al Mallorca en casa, un buena oportunidad para redimirse, sobre todo porque es la penúltima antes del Mundial de Catar. No ganar ante los bermellones o frente al Espanyol en la siguiente jornada sería un duro varapalo para el nuevo técnico, muy ilusionado en su rueda de prensa de presentación, porque se iría a las 'vacaciones' sin conocer ninguna victoria. Lleva un punto de nueve posibles hasta la fecha (tres en LaLiga y seis en Conference).