Cuando Quique Setién (64) se marchó del Barcelona, el que era su ayudante, Éder Sarabia (41), decidió volar para convertirse en primer entrenador. Su primera aventura, en el Andorra de Gerard Piqué, no le está yendo nada mal. Después del ascenso a Segunda división este pasado verano, ahí está codeándose con los gallitos de la categoría de plata.
Así que Setién, flamante nuevo técnico del Villarreal tras la fuga de Unai Emery, se ha tenido que buscar un nuevo segundo. Y este no es otro que el citado Ramiro Amarelle, un gallego que comenzó a jugar al fútbol en las categorías inferiores del Deportivo de la Coruña, con el que llegó a proclamarse campeón de España en 1996.
Pero de ahí no pudo completar el paso al profesionalismo y tuvo que buscarse la vida. Y encontró el fútbol playa, donde se hizo grande entre los grandes. Su palmarés es envidiable, tanto a nivel individual como colectivo. Colecciona, entre otros, trofeos de mejor jugador en dos Mundiales (2003 y 2008) y de cuatro Europeos (1998, 2000, 2001 y 2003). Y con la selección española consiguió cinco campeonatos de Europa y dos subcampeonatos del mundo.
Cuando ya el físico tampoco acompañaba, decidió retirarse y formarse como entrenador. Y ahí está ahora, ante su gran oportunidad, la que le ha brindado Quique Setién, al que ayudará tanto en el aspecto táctico como en la relación y el entrenamiento individualizado con los jugadores.