El Sevilla afrontaba el partido con la agonía de tener a Celta y Cádiz, rivales ahora por evitar el descenso, al acecho. Los hispalenses dieron la cara contra el Betis y salieron vivos de lo que podría haber sido, o así lo esperaban muchos, una matanza. Superada ya la bola de partido más emocional, casi sin tiempo para el descanso, los de Jorge Sampaoli recibían a otro de los equipos más destacados de LaLiga: la Real Sociedad.
La ansiedad de los locales tenía poco que ver con la oxigenada situación de los txuriurdines -pese a los tres encuentros consecutivos sin sumar de tres en el torneo regular-. Tópicos aparte, ganar antes de un parón tan largo como este -más de un mes y medio debido al Mundial de Catar- se antojaba como una medicina terapéutica, una píldora de tranquilidad para afrontar con más calma estas semanas. Porque no, no eran tres puntos más, principalmente porque nunca se ha vivido algo similar.
Carlos Fernández era uno de los grandes protagonistas de la noche por su regreso al Sánchez-Pizjuán, donde estuvo durante más de un lustro entre etapa de formación y profesional. 10 minutos después del pitido inicial, el ex del Granada notó una dolencia a nivel muscular y se marchó del terreno de juego, por Takefusa Kubo, con ovación incluida de la hinchada sevillista. Lesionado poco después de llegar a tierras donostiarras, todavía sigue esperando para celebrar su segundo gol en partido oficial con el cuadro blanquiazul -se estrenó en abril de 2021 frente a los de Nervión-.
Nemanja Gudelj, una de las notas positivas de este curso 2022/23, protagonizó el primer remate de los locales, tan solo minutos antes de la intervención inaugural de Yassine Bounou tras un buen golpeo de Mikel Merino a ras de césped. Este último, con un pase sublime con el exterior, fue el encargado de asistir a Alexander Sorloth para que el noruego, a través de una vaselina todavía mejor, batiera al guardameta marroquí. Una acción a la altura del buen juego que suele desplegar el equipo vasco.
Roja aquí y roja allá
Ivan Rakitic vio la primera amarilla por una falta táctica, pero el VAR intervino para transformar lo que parecía una amonestación, como hubiera sido antes de la llegada del videoarbitraje, en una expulsión. Quiso parar a su rival para evitar la contra y pisó donde no debía. Las desgracias casi nunca vienen solas y el Sevilla aún tenía que encajar otro durísimo varapalo: la segunda roja directa para uno de los suyos (Nianzou) y el gol de Brais Méndez, el jugador que recibió la entrada del central galo -otra vez a pase de Merino-.
El encuentro hubiese cambiado si la acción que protagonizó Isco, que rozó el empate en la jugada anterior a la primera tarjeta recibida, hubiese tenido otro final. Apareció Remiro para torpedear la gran acción colectiva de los suyos, todavía con igualdad numérica. Esa fue la única que tuvo el Sevilla durante la primera mitad, que duró 53 minutos, hasta la diana de Rafa Mir -segunda en LaLiga para él-, que hizo bueno el gran pase de Alex Telles con un formidable cabezazo inalcanzable para el meta vasco.
Pura resistencia
La Real Sociedad intentó que la segunda parte fuese tranquila y que ocurrieran pocas cosas -casi todas ellas en campo rival-. Pese a la superioridad, los de Sampaoli compitieron y plantaron cara, hasta el punto de ganar algunos duelos y mantener el 1-2 hasta el final, si bien Sorloth, casi de rebote, rozó el tercero tras un disparo de Kubo desde dentro del área que rechazó el arquero. El japonés estuvo más cerca si cabe de celebrar el de la sentencia, pero apareció de nuevo el internacional marroquí.
Otro gran pase del lateral brasileño -terminó muy tocado- pudo convertirse en el gol del empate, cuanto menos inesperado por motivos lógicos. Youssef En-Nesyri cruzó el esférico a través de un gran remate de cabeza que no encontró portería. En la acción posterior, el canterano Pablo Marín pudo firmar un día histórico para él, pero Bono se hizo grande y mantuvo con vida a los suyos. Pese a los incansables esfuerzos de los locales, la Real Sociedad se llevó los tres puntos sin las mejores sensaciones posibles, aunque suficientes para colocarse con 26 puntos.
Jugador Flashscore del partido: Mikel Merino.
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