La contundente derrota del Valladolid en el Cívitas Metropolitano ante el Atlético de Madrid había dejado una puerta abierta de par en par para que o bien el Sevilla o bien el Cádiz lograran salir por fin de los puestos de descenso a costa de los pucelanos, lo que era el mayor aliciente posible para encarar el último partido de la primera vuelta.
Los sevillanos se podían agarrar al hecho de estar entre los ocho mejores equipos de la Copa del Rey, aunque su victoria ante el Alavés solo dejó como positivo el resultado y muchas dudas por el camino, con lo que tener partidos entre semana mientras se juegan el futuro en LaLiga puede que convirtiera esa clasificación en Mendizorroza en un caramelo envenenado.
Los gaditanos, por su parte, llegaban sin conocer la derrota desde la vuelta a la competición tras el Mundial de Catar, aunque todavía sangraban por la herida que les provocó el controvertido empate, que debería haber sido triunfo, contra el Elche de la jornada anterior, lo que les habría hecho llegar al Ramón Sánchez Pizjuán fuera de la zona roja de la clasificación.
El Sevilla buscó el gol desde el inicio
Jorge Sampaoli probablemente era consciente de que cualquier detalle positivo puede cambiar el estado de ánimo de un equipo en horas bajas como es el caso de su Sevilla. Por eso, lamentó como si hubiera perdido una final en el último minuto el centro de Navas que estuvo a punto de cabecear a gol Lamela al comienzo del encuentro.
Empezó achuchando el conjunto hispalense con un Navas incisivo como en sus mejores tiempos de extremo y un hiperactivo Lamela dejando destellos de calidad, aunque los hombres de Sergio González aguantaban estoicamente y también tuvieron, aunque pocos, algunos acercamientos, como uno que acabó en un disparo lejano del Choco Lozano que despejó Bono a saque de esquina.
Por más que le ponían corazón y ganas, el gol no llegaba para los rojiblancos por culpa tanto de Ledesma, el portero con más paradas de todo el campeonato y que se lució deteniéndoles más de una clara a sus rivales, como de sus propios nervios.
Lamela, que fue amonestado por un codazo a Iza, bien pudo ser expulsado por doble amarilla cuando se dejó caer en el área del Cádiz pidiendo penalti y unos minutos después volvió a golpear con el codo a un contrincante.
Hernández Hernández, el árbitro de la contienda, no lo apreció así por mucho que le protestaron los visitantes, aunque la mayor polémica llegó en el tiempo añadido de la primera mitad. Lamela, una vez más, creyó haber anotado el gol del Sevilla, pero el VAR se percató de que Óliver Torres, al inicio de la jugada, había interferido en el juego del Pacha Espino disputándole el balón, con lo que anuló correctamente el tanto y así se llegó al descanso por mucho que Monchi volviera a querer ser el protagonista al bajar al terreno de juego para protestar.
Alejo le quitó al Cádiz lo que Ledesma le había dado
Hay partidos en los que los 15 minutos de refresco cambian totalmente la escena, pero no fue el caso en esta ocasión. Los nervionenses continuaron acechando sin cesar la meta de Ledesma, que volvió a multiplicarse de nuevo estirándose para blocar una volea de Rakitic al inicio de la segunda mitad.
La tensión propia de verse tan cerca del objetivo sin acabar de convertir merecimientos en goles le pasó factura a Sampaoli, que fue expulsado por protestar aunque sus pupilos no levantaron el pie del acelerador en ningún momento. El resultado, eso sí, era el mismo siempre. Ledesma se lograba imponer una y otra vez a los intentos de los sevillistas, para desesperación de la hinchada local. Y cuando no fue el arquero argentino, fue Iza quien sacó un peligroso balón bajo palos.
A pesar de que ya no estaba en el banquillo, Sampaoli no se dio por vencido y no dejó ningún jugador de ataque sin usar. Metió en el terreno de juego a Suso, a Rafa Mir e incluso probó suerte con el repescado Lucas Ocampos, aunque lo que desniveló la balanza no fue ninguno de esos cambios sino un error de prebenjamín de Iván Alejo.
En menos de 20 minutos (entró en el 70), al futbolista vallisoletano del Cádiz le dio tiempo a ver dos amarillas, la última de ellas tras una más que evitable mano dentro del área. Hernández Hernández volvió a acudir a la pantalla para decretar el penalti en el que Rakitic no perdonó para sacar al Sevilla de los puestos de descenso con su merecido triunfo. Los de Sergio deberán seguir intentándolo, aunque la derrota les dejó en el penúltimo puesto de la tabla.
Jugador Flashscore del partido: Rakitic.
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