El derbi madrileño de cuartos de final de la Copa ya empieza con controversia. A la rivalidad deportiva habitual se le une el hecho de que, por motivos de seguridad, el club blanco podría impedir el acceso a su estadio a aquellos aficionados del Atlético que hayan comprado una entrada por su cuenta y riesgo en zonas fuera de la acotada para los seguidores rivales.
Así se indica en la página web de la entidad merengue, donde cualquier persona del mundo puede adquirir su localidad para el partido del jueves. Sin embargo, si se detecta en las puertas del Bernabeú que es un seguidor colchonero, es de suponer que por llevar algún distintivo que le acredite como tal, se le bloquearía el paso.
El comunicado del Real Madrid dice lo siguiente:
"Entradas afición visitante: para general conocimiento se comunica que las localidades destinadas a la afición visitante sólo pueden adquirirse a través del Equipo Visitante y que, por seguridad, se ubican en una zona debidamente separada del resto de aficionados. El Real Madrid se reserva el derecho a impedir la entrada al estadio a aficionados del equipo visitante con localidades que hayan sido adquiridas por otros canales y no estén ubicadas en dicha zona".
De este modo, se pretende evitar, por prudencia, que seguidores rivales, en un ambiente hostil como el que se espera, puedan estar descontrolados y sin la debida seguridad a su alrededor.
Es algo que ya hizo el Barça con el Espanyol, a cuyos aficionados prohibió llevar, fuera de la zona visitante, cualquier distintivo que acreditase sus gustos periquitos.