Después de rechazar la primera propuesta, a la segunda el Villarreal aceptó la oferta del Ajax para vender a su guardameta titular, un Gero Rulli que no podrá disfrutar de su recién estrenada condición de campeón del mundo en el remozado estadio de La Cerámica con el equipo que le dio un empujón a su carrera deportiva tras su paso por la Real Sociedad y un año cedido en el Montpellier.
La necesidad económica aprieta, tanto por el coste de las obras de esta magna instalación como por la reducción de ingresos tras haber jugado la pasada campaña la Champions y disputar en esta la Conference League.
Ha sido el propio Rulli quien ha confirmado su nuevo destino este jueves. "Era una operación que nos convenía, al club le servía, a mí también y el Ajax estaba muy interesado. La verdad es que todo fue muy rápido, queríamos poner de nuestra parte para que se diera de esta manera y así se dio".
Rulli se marcha habiendo dado un salto de calidad en su carrera y muy agradecido por lo que ha vivido en la ciudad castellonense. "No me van a alcanzar las palabras y los gestos para agradecer todo lo que hicieron por mí y por mi carrera, y por mi familia en todos los aspectos. Es un club que va a quedar marcado por siempre en mi vida", dijo agradecido.
El meta sudamericano, salido de la cantera de Estudiantes de la Plata, mejorará a nivel económico y deportivo con un equipo que compite por todos los títulos. Aun así, ese bienestar que tenía en Villarreal le hizo dudar. "No hay lugar en el que me sienta más cómodo que acá, pero estoy contento, ilusionado, por el paso que voy a dar en mi carrera".
Rulli se lleva, además del cariño y aprecio de los aficionados y de sus compañeros, el título de la Europa Liga que ganó al Manchester United con la parada a De Gea en una eterna tanda de penaltis después de haber anotado su propio lanzamiento.
El Villarreal, por su parte, si no encuentra algo asequible en el mercado, continuará su apuesta por el veterano Pepe Reina (40) como titular, como ha hecho en los tres últimos encuentros, y con los jóvenes Jorgensen e Íker Álvarez.