Taylor Swift, cantante estadounidense, será la primera estrella internacional que realice un concierto en el renovado Estadio Santiago Bernabéu. La cita tendrá lugar el jueves 30 de mayo de 2024 y es el pistoletazo de salida para que Madrid le coma terreno a Barcelona como la plaza de referencia para celebrar eventos de estas características.
De utilizarse en ocasiones contadas fuera de lo estrictamente deportivo y relacionado con la primera plantilla del Real Madrid, con la reforma el feudo merengue pasará a mantenerse activo durante prácticamente los 365 días del año. Un cambio de realidad que le reportará a las arcas de la entidad más de 1.000 millones de euros anuales.
Por fin, la capital de España contará con un recinto capaz de albergar acontecimientos de grandes proporciones que no sean sólo futbolísticos. Y no es que no se tenga en cuenta el Cívitas Metropolitano, sino que el Bernabéu será mucho más.
Cuando su césped retráctil esté al 100% de rendimiento se podrán organizar compromisos incuso pocas horas antes de que se juegue un partido, algo que no ofrece ningún estadio a nivel nacional en la actualidad y que le ayudará a ganarle terreno a la ciudad condal como enclave de referencia para la celebración de ferias, torneos de otros deportes, conciertos, festivales y actos de otra índole.
El comienzo de la guerra
Hacerse con el concierto de Taylor Swift, una de las mayores estrellas de la música a escala global, significa ganar a Barcelona la primera batalla de una guerra que va a ser muy interesante. Hasta el momento, todo este tipo de estrellas internacionales se decantaba por llenar recintos en la capital catalana por su cercanía a Europa y la constante disponibilidad de Montjuic.
La imposibilidad de montar nada en los coliseos madrileños durante la temporada de fútbol era una restricción demasiado potente y los promotores miraban con mejores ojos la otra gran ciudad española. A la vista están los cuatro llenos -24, 25, 27 y 28 de mayo- de la londinense Coldplay en el Lluís Companys.
Con la irrupción del nuevo Bernabéu esto cambia. El templo del rey de Europa ofrece una capacidad mucho mayor y su acústica estará enfocada a ofrecer la mejor de las experiencias. Con el añadido de disponer de fechas durante la totalidad del año.
El Metropolitano podría haber empezado a recortar distancias en esta guerra, pero sus problemas de sonido -hay ciertos sectores de la grada a los que el sonido no llega-, sobre todo a la hora de acoger conciertos y festivales, han mantenido a los artistas muy recelosos de tocar allí. Eso no debería pasar con la megaestructura que está levantando Florentino Pérez, por lo que desde Barcelona tiemblan con lo que pondrá sobre la mesa la capital. La primera piedra la puso Taylor.