La tensión va intrínseca, o debería, a cualquier partido de LaLiga. Entre dos equipos en puestos de descenso, por mucho que reste todavía para que termine la competición, dicho sentimiento se manifiesta con mucha mayor intensidad. El Cádiz, sin embargo, arrancó con cierta fluidez e intentando potenciar sus virtudes: el juego por banda, una de las principales premisas. Aun así, el partido se vio muy interrumpido en la primera mitad, en parte por otro accidente en la grada -como contra el Barça, un desmayo que quedó en nada.
La primera ocasión, en el minuto inaugural, fue para Rubén Sobrino, cuyo cabezazo se marchó por encima del larguero. El delantero con pasado en el Alavés, muy activo en el tramo inicial, tuvo que ser frenado por Calero en otra acción posterior. En cualquier caso, Iván Alejo protagonizó mayoría de ataques desde la derecha. Incomodó a Brian Oliván y provocó la tarjeta amarilla a Nico Melamed, que se pasó de frenada.
Diego Martínez, siempre inquieto en la zona del banquillo, tuvo que retirar del terreno de juego a este último debido a una lesión en la zona del gemelo. Casualidad o no, Javi Puado ya calentaba en la banda minutos antes de que el canterano sufriera ese contratiempo. El delantero, todavía en busca de los números goleadores que logró en Segunda, tuvo las dos oportunidades más claras tras el descanso (ya con 1-1 en el marcador), pero Jeremías Ledesma tapó espacios en la primera y rechazó a mano cambiada en la segunda.
La salida obligada de Melamed no fue, ni de lejos, la peor noticia que recibió el técnico visitante -tercer equipo más goleado de la categoría-. Tras los fallos de Álvaro Fernández en las últimas jornadas, volvió a confiar en Benjamin Lecomte, que ha recibido ocho goles y una tarjeta roja en los cuatro encuentros que ha disputado. El ex del Atlético de Madrid salió a intentar despejar el balón, golpeó a la nada y Víctor Chust dio un pase hacia la red para anotar el 1-0 .
Joselu, matador en el área
Más allá de esta decisiva jugada, lo cierto es que los pericos estuvieron a un nivel muy bajo en la primera mitad, todo lo contrario de lo que se vio en la segunda -desde el principio-. Estas buenas sensaciones se vieron reflejadas en el gol de Joselu, que aprovechó el fantástico centro de Oliván y la malísima posición de Chust. El gallego empató (51') y, minutos más tarde, en plena inercia positiva de los suyos, recibió un pase sobresaliente de Edu Expósito para anotar el 1-2 (67'), el sexto en ocho partidos en el curso 2022/23.
El público del Nuevo Mirandilla trató de activar e impulsar a los suyos, aunque estuvo muy cerca de caer el 1-3, otra vez en las botas del ex del Alavés, que buscó el tercero en su cuenta particular y no tomó la mejor decisión de todas: tenía la posibilidad de dársela a Expósito y decidió tirar a portería. Al darse cuenta de la situación, le pidió perdón a su compañero, el ex de la Sociedad Deportiva Eibar, bastante asentado en el once titular.
Tras salir del campo Darder por motivos físicos, llegó en el 78' la potente arrancada de Espino por la izquierda, bastante superior a Calero en la carrera, y el pase a Lucas Pérez, cuyo remate pasó por debajo de las piernas de Lecomte (2-2), mucho más acertado en una parada a Álex Fernández que pudo ser el 3-2. Ya en el descuento, el delantero ejecutó una falta con maestría, a escasos centímetros de la red. Solo el larguero evitó el triunfo del Cádiz, que visitará al Girona el sábado. Los blanquiazules, en cambio, recibirán al Pucela.
Jugador Flashscore del partido: Joselu Mato.
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