El Valencia se quería agarrar a la Copa como remedio para darle la vuelta a su mala situación tras la vuelta a la competición después del Mundial de Catar. Los de Gattuso, a pesar de la importante baja de Kluivert, contaban con un recuperado Samu Castillejo y buscaban hacerse fuertes en casa para no permitir que el Athletic, que tampoco estaba para tirar cohetes últimamente, pudiera continuar con su idilio histórico con el torneo del KO.
Los vizcaínos optaron por dar entrada en el once a jugadores con experiencia como Ander Herrera o Muniain para que no les pudiera la presión ambiental de una afición que, como era lógico, apretó en los primeros minutos para llevar en volandas a los suyos. Y estuvo cerca de dar sus frutos cuando, recién comenzado el encuentro, Gayà puso un gran centro que estuvo a punto de rematar a gol Lino.
Poco duró el susto inicial, porque el Athletic se recompuso y comenzó a sentar las bases de la que sería su victoria final. Los de Valverde presionaban bien la salida de balón de un equipo que no sabía qué hacer con el balón y que se veía obligado a emplear el juego directo si quería pasar de medio campo.
10 minutos de locura en Mestalla
Iñaki Williams avisó mediada la primera mitad, aunque Comert salvó a sus compañeros del primer zarpazo de unos Leones que campaban a sus anchas por Mestalla y que no tardaron en ver premiada su superioridad. En el minuto 35, el propio internacional con Ghana, que mostraría en estos cuartos de final su faceta como asistente de lujo, se la dejó botando, nunca mejor dicho, con la cabeza a Muniain desde el punto de penalti y el capitán no perdonó con una magistral volea ante la que nada pudo hacer Mamardashvili.
El que quizás pudo hacer algo más fue De Marcos en el tanto del empate. Pese a la impotencia que estaban mostrando los chicos de Gattuso, Diakhaby se fue de Yeray en un arranque de pura potencia y, al llegar al área, su intento de pase de la muerte buscando a Lino se encontró con el lateral derecho bilbaíno, que no acertó a despejar bien y se introdujo el balón en su propia portería. El Valencia había conseguido un gol sin ni siquiera tirar ni a puerta ni fuera en toda la primera parte.
Pero el empate, lejos de amedrentar al Athletic, lo que hizo fue espolear a sus futbolistas. Apenas dos minutos después, Iñaki recibió el esférico dentro del área y esta vez combinó con su hermano Nico, que se sacó un fuerte latigazo para que los visitantes llegaran al descanso merecidamente por delante.
EL público estalló contra su equipo
Los 15 minutos de refresco no ayudaron a que los ches pudieran dar con la táctica adecuada para salir de su apagón mental y futbolístico. Ni los cambios de Gattuso ni el hecho de estar solo a un gol del empate cambiaron la dinámica del duelo, que quedó zanjado con un claro penalti, VAR mediante, de Cenk a Nico Williams que Del Cerro Grande acabó señalando.
Vesga sentenció desde los 11 metros y provocó que Mestalla explotara y dijera basta. Como tantas y tantas veces a lo largo de la historia, se convirtieron en el peor enemigo de su equipo con pitos, pañoladas y todo tipo de quejas, aunque sus futbolistas fueron lo más profesionales que pudieron y trataron de acortar distancias, pero Agirrezabala, el portero de Copa de los vascos, respondió a la perfección.
El Athletic volverá a estar en el bombo de semifinales una temporada más y consiguió su esperada venganza tras la eliminación a manos del Valencia el año pasado. Aunque la temporada está siendo de más a menos, los del Txingurri se quedan a solo tres partidos de lograr la que sería su vigesimocuarta Copa.
Jugador Flashscore del partido: Iñaki Williams.