Fede Valverde tiene una misión: sostener a una Uruguay siempre combativa, pero cuyos pilares llegan a la cita en el final de sus carreras. Los Cavani (35), Luis Suarez (35) o Diego Godín (36) han dado muchas alegrías a la celeste, pero llevan tiempo lejos del nivel que les hizo ser estrellas mundiales.
Ahí entra el ‘Pajarito’, recientemente rebautizado como ‘Halcón’ por sus descomunales actuaciones con el Real Madrid. Es el enlace entre jóvenes y veteranos que necesitaba el combinado dirigido por Diego Alonso (47) para afrontar un siempre difícil cambio de ciclo.
El centrocampista de Montevideo ha irrumpido en la selección de Uruguay con la fuerza que caracteriza su juego. Potente, pasional y con las cosas muy claras. En muy poco tiempo se ha convertido en uno de los líderes, poniéndose a la altura de todas esas referencias anteriormente citadas. Algo que no alcanzaron a lograr los José María Giménez (27) o Lucas Torreira (26).
Es la historia de un chico sabedor de que nació para ser importante. Pese a las dificultades, Valverde ha mantenido intacta la llama que le ha llevado donde ahora se encuentra y tiene la intención de hacer arder Catar.
Carlo Ancelotti (63) tuvo clara la hoja de ruta. Solo había que picarle para que sacase todo su potencial. Apostó con él que si no metía 10 goles esta temporada, se jubilaba. Lleva ocho en apenas tres meses. Si juegas con el agente ‘Halcón’ tienes las de perder.
Ahora, tanto el Real Madrid como Uruguay se benefician de la visión del técnico italiano. Ha creado un jugador temible, que ahora se infiltra en el Mundial para hacer saltar por los aires todas las predicciones y ganar la Copa del Mundo.
No creo que los rivales estén preparados para lo que se les viene encima cuando se enfrenten a Fede. Es un futbolista total. Posiblemente el hombre más en forma del planeta en la primera parte del presente curso. Si todo va bien, va a ser de los más destacados de la cita.
Yo, no tengo dudas. Confiar en el vuelo del ‘Halcón’ es la decisión acertada. La celeste va a hacer lo mismo y están en el camino correcto. De no hacerlo, una selección tan veterana bajaría mucho sus posibilidades de hacer algo importante.