Con el amargo sabor de perder dos puntos contra el Rayo Vallecano en el Cívitas Metropolitano y con un ojo puesto en el partido frente al Bayer Leverkusen de la Champions League, el Atlético de Madrid visitaba una plaza nada sencilla como es la del Benito Villamarín, aunque la baja de Sergio Canales y la ausencia de Nabil Fekir en el once inicial allanaban el camino para los de Simeone. Además, en los primeros minutos del choque, Luiz Felipe se retiró del césped debido a una lesión muscular.
El gran susto para Betis y Atleti, para todos los allí presentes, llegó en el minuto 25 del encuentro, cuando un aficionado tuvo que ser atendido debido a un desmayo, situación que se está produciendo más de los habitual en estos dos primeros meses de campeonato. Pese a la incertidumbre y los instantes de tensión, todo quedó en nada. Y por suerte o por desgracia, estas dos acciones estuvieron entre las más destacadas de la primera mitad y provocaron que el árbitro diera cuatro minutos de descuento.
Antes de que llegara el descanso, William Carvalho hizo una de las suyas, esta vez algo escorado a banda, y sirvió un buen pase para Borja Iglesias que pareció sorprender a la defensa rival. El delantero se la cedió a Luiz Henrique y este último envió su disparo algo desviado. Minutos después, en otro nuevo intento de los verdiblancos, el Panda se dio la vuelta tras recibir de espalda a portería y envió arriba el esférico. Mucha más precisión tuvo Andrés Guardado a través de una falta desde la frontal, pero Jan Oblak se mostró seguro.
La segunda mitad arrancó con un gol anulado al extremo brasileño en el minuto 47. Rodri aprovechó un fatídico control de Reinildo cuando era último hombre, de esas jugadas que desesperan a los entrenadores por la falta de contundencia, y dejó solo a Borja, torpe y lento como él solo para definir. Henrique llegó a tiempo para corregir la indecisión de su compañero y batió con potencia al arquero esloveno, pero el VAR confirmó que el ex de Espanyol y Zaragoza, ya internacional con España, estaba en fuera de juego.
Talento francés para el deleite
Víctor Ruiz, el sustituto de Luiz Felipe, salvó a los suyos tras tirarse al suelo para rechazar el remate de Ángel Correa, muy bien posicionado dentro del área. Parecía un saque de esquina más, pero Antoine Griezmann tenía un plan. Y el galo lo llegó a cabo, quizá con la intención de que algún atacante o algún defensor desviara el esférico y se introdujera en el arco rival, pero la jugada le salió todavía mejor porque el balón tocó la red igualmente sin que nadie la tocara. Una travesura olímpica para poner el 0-1.
Simeone, que no quería sustos, decidió sacar del campo a un enfadado Morata que vio la amarilla por protestar tras sufrir una dura entrada en el tobillo sin castigo alguno. Cunha, el elegido para ocupar su puesto -antes que Joao Félix, cerca de marcar al final-, tuvo un papel principal en el segundo de los rojiblancos -este domingo de color amaranto- porque fue uno de los miembros de la triangulación que supuso el 0-2, concretamente el enlace entre Correa y Griezmann, cuyo remate pasó por debajo de las piernas de Rui Silva... llorando y con suspense.
Nabil Fekir, recuperado de su último problema muscular después de tres jornadas sin participación, entró al campo con un resultado muy adverso y con la suficiente motivación para cambiar el signo del encuentro. Provocó una falta peligrosísima en la frontal del área (83') y él mismo colocó el balón lejos de las manos de Oblak, momento en el cual volvieron a creer los aficionados béticos. Y justo cuando se supo que había cuatro minutos de descuento, Álex Moreno, poco acostumbrado a rematar de cabeza, recibió un centro preciso en el segundo palo y mandó el cuero al larguero. El 2-2 se quedó a tan solo unos centímetros.
Jugador Flashscore del partido: Griezmann.
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