Para tener equipos que baten récords, debe haber otros que caigan derrotados a manos de estos. Es el caso de los Browns y los Lions, que llevan viendo cómo sus rivales de división acumulan títulos durante más de 25 años mientras ellos vagan por los yermos páramos de la derrota.

El frío norte no tiene piedad con nadie y el que no está preparado para combatir en la tundra termina perdiendo. Por ello, dos mercados poco atractivos como Cleveland y Detroit tienen complicado formar equipos competitivos con los que dominar una liga tan despiadada con los débiles como la NFL.

Los equipos de ambas ciudades han visto mermadas sus opciones a causa de las mencionadas dificultades. Los de Motor City han sido incapaces de ganar el título de la NFC Norte desde hace 29 años. La última vez data de 1993. Por aquel entonces estaban adheridos a la NFC Central y terminaron la campaña regular con un balance de 10-6.

Aún peor es el caso de los Browns. La última vez que probaron las mieles del éxito divisional fue en 1989. Su 9-6 les sirvió para ganar la AFC Central. Cuajaron una temporada magnífica y terminaron perdiendo en la final de conferencia frente a los Denver Broncos (21-37), que cayeron en la Super Bowl a manos de los San Francisco 49ers.

Las 30 franquicias restantes sí que han ganado su división desde que entramos en el presente siglo. Tanto New York Jets como Las Vegas Raiders, en Oakland por aquél entonces, son los otros que más tiempo llevan sin hacerlo, ambos desde 2002.