Pecco Bagnaia es más que un líder. Es un campeón. Logró la pole en el GP de Catalunya en Montmeló y no dio opción a nadie en salida de la carrera al sprint. El resto de pilotos tuvo que pelear desde el inicio por la segunda plaza. Aleix Espargaró, Maverick Viñales y Jorge Martín, tres españoles, se situaron a la estela del intratable italiano de Ducati. 

El exceso de ambición de Martín le hizo salirse de pista y caer unas posiciones. Le tocaba remontar. Aleix, que batió el récord del circuito el viernes, se quedaba solo detrás de Bagnaia. Espoleado por su gran ritmo, se acercó al italiano de Ducati y empezó a lanzar ataques. Por detrás peleaban Viñales, Binder y Oliveira con Martín en sexta posición. 

Aleix asedió a Pecco hasta que logró pasarlo. Tenía la confianza por las nubes. Cuando se vio delante dio gas a fondo para intentar despegar al piloto dominador del Mundial y lo logró. Estaba "on fire" el mayor de los Espargaró. En apenas tres vueltas, a lomos de una Aprilia que volaba, aventajó en un segundo al líder del Mundial. 

Bagnaia, impotente, en una situación poco común para él, veía irse a un piloto que no admitía oposición. La otra Aprilia, de Maverick Viñales, se le acercó y trató de adelantarle para lograr un doblete histórico. No lo logró por poco. Aun así, es la primera vez con dos Aprilia en el podio del Mundial.

Jorge Martín acabó quinto por detrás de Binder y los dos hermanos Márquez entraron de la mano, con Alex 10º y Marc un puesto por detrás. El domingo habrá más emoción en la carrera larga y Aleix Espargaró querrá también la corona de laurel de los domingos, más grande y lujosa que la de los sábados.