Los jefes de equipo, junto con el jefe de la Fórmula Uno, Stefano Domenicali, y otros representantes, asistieron el martes a una reunión en Downing Street con la secretaria de Cultura, Lucy Frazer, antes del Gran Premio de Gran Bretaña de este fin de semana.

"Tuvimos una buena reunión con el gobierno y sólo les pedimos su apoyo para el automovilismo en general, promoviendo el hecho de que estamos trabajando duro para ser más sostenibles", dijo Szafnauer a Reuters.

"También les pedimos ayuda para cruzar la frontera. Se puede hacer, pero no es eficiente", dijo sobre la situación actual. "Es difícil. También la circulación de personas con permiso de trabajo. Si pudieran ayudar en ese aspecto sería estupendo".

"Hacen algo parecido con la industria del entretenimiento, así que dijeron 'si lo hemos conseguido allí, deberíamos mirar a la Fórmula 1 de la misma manera e intentar conseguirlo'. Así que fueron positivos".

Los efectos del Brexit

La salida de Gran Bretaña de la Unión Europea puso fin a la libre circulación de ciudadanos comunitarios en Gran Bretaña, así como de bienes y servicios.

La industria del motor emplea a más de 40.000 personas en Gran Bretaña, con una facturación anual de 10.500 millones de euros, según la Asociación de la Industria del Motor.

Alpine, propiedad de Renault, tiene su fábrica de Fórmula Uno en Enstone, en el centro de Inglaterra, a poca distancia del circuito del Gran Premio de Gran Bretaña en Silverstone, con más de 900 empleados de muchos países. Renault fabrica los motores en Francia, en Viry-Chatillon, cerca de París. La fábrica de Alpine también está en Francia, en Dieppe.

Otras escuderías británicas son Mercedes, McLaren, Williams, Red Bull, Haas y Aston Martin.

AlphaTauri, propiedad de Ferrari y Red Bull, tiene su sede en Italia, y Alfa Romeo/Sauber, en Suiza.

"Las piezas de los coches, cada vez que (van) de un lado a otro, es problemático. No es eficaz", afirma Szafnauer. "Podría ser mucho mejor. Solía ser mucho mejor antes del Brexit".