En el kilómetro 132 de la especial entre Alula y Yanbu ha llegado el desastre para el piloto francés con la rotura de la horquilla delantera derecha de su vehículo, lo que le ha hecho detenerse y verse incluso adelantado por el propio Sainz, quien había salido diez minutos después. 

Parado en el desierto y sin poder arreglar la avería por sí mismo, pidió el camión de asistencia. Parecía complicado de arreglar incluso con ayuda. De hecho, la organización recibió un mensaje, sobre las 10:30 hora española, para que preparasen la retirada del coche y abandonar la etapa. 

Sin embargo, tras más de una hora detenido, Loeb pudo retomar la marcha y dirigirse a Yanbu. Pero el objetivo ya no era ganar el Dakar sino mantener su plaza de podio, cosa que logró aunque perdió la segunda posición en favor del belga Guillaume de Mevius. 

Mientras, Carlos Sainz, que salía con una ventaja de 13 minutos y 22 segundos, estaba arropado por sus compañeros de equipo Peterhansel y Ekstrom por si necesita cualquier tipo de ayuda, como ocurrió el miércoles. Pero no sólo no la requirió sino que además completó una formidable etapa, en la que concluyó tercero, a 5 minutos y 35 segundos del ganador del día, Chicherit. 

De este modo, el de Audi aventaja en la clasificación a De Mevius en 1 h 26 m 06 s. Tercero es Loeb, a 1 h 36 m 2 s.

El madrileño, salvo hecatombre mundial en los 175 kilómetros de la última etapa, podría sumar este viernes su cuarto Rally Dakar tras los conseguidos en 2010, 2018 y 2020.