Otro final en alto para la tercera etapa de la Vuelta a Cataluña. Tras la victoria de ayer de Giulio Ciconne frente a los grandes favoritos, una escapada se puso rápidamente en marcha. Pero no una escapada cualquiera. Siete corredores, entre ellos Richard Carapaz (EF-Education EasyPost) y sobre todo Guillaume Martin (Cofidis).

A medida que los escapados ganaban tiempo, el francés se convertía en el líder provisional de la general. Pero aún quedaban dos grandes obstáculos, en primer lugar el Coll de La Creuta, una subida de casi 20 km clasificada como de no categoría. La escapada tenía casi 5 minutos de ventaja al pie de esta dificultad, pero el Soudal-Quickstep se comprometió, y en la cima, sólo Martin y Carapaz, acompañados por Maxim Van Gils (Lotto-Dstny), quedaban con 1 minuto 30 de ventaja sobre el pelotón.

Probablemente insuficiente para resistir en la subida final de La Molina. Y los tres corredores que se habían escapado del pelotón tuvieron que abandonar. Se produjo entonces la explicación entre los favoritos, pero no duró mucho, porque Primoz Roglic (Jumbo-Visma) y Remco Evenepoel (Soudal-Quickstep) se descolgaron y dejaron tirado al resto del grupo.

En el sprint, fue Evenepoel quien finalmente se escapó de Roglic al final de la subida para hacerse con la victoria de etapa tras haber fracasado en las dos primeras. El corredor esloveno conserva el maillot de líder, pero la batalla entre los dos monstruos está lejos de terminar.