En su primera participación, ganó la París-Niza. Hace tres semanas conquistó la Vuelta a Andalucía -superando a rivales como Carlos Rodríguez, Mikel Landa o Enric Mas- y también se hizo con la Clásica de Jaén. El inicio del año de Tadej Pogacar (24) expone una realidad: 13 días de competición, siete victorias y tres títulos. 

El esloveno, derrotado por Jonas Vingegaard (26) en la pasada edición del Tour de Francia ha lanzado un aviso: esto es solo el comienzo. La Grand Bouclé, sin duda, es el objetivo del corredor del UAE Emirates Team. 

“Ganar me relaja”, dijo Pogacar tras consignar su triunfo en la París-Niza. La declaración, tomada como una provocación innecesaria para muchos, refleja el ánimo y la tenacidad de un ciclista que con menos de 30 años ya tocó el cielo con las manos. 

Antes de centrarse en el Tour, Pogacar pone su foco en dos carreras: la Milán-San Remo y el Tour de Flandes. El estado de forma del esloveno es envidiable y le hace pensar que tiene el ritmo suficiente para luchar por el título de las competiciones menores antes de dejarlo todo en julio. 

Roglic y Vingregaard, los rivales

Pogacar es, de lejos, el protagonista del ciclismo en el amanecer de la temporada. El esloveno, sin embargo, presenta dos rivales directos que intentarán disputar mano a mano el podio del Tour de Francia: Jonas Vingegaard espera defender el Maillot amarillo. Roglic, por su parte, pretende dejar atrás un 2022 con altibajos y establecerse en la cima de la UCI de nuevo. 

Roglic, al igual que Pogacar, empezó con fuerza el 2023. El corredor del Jumbo-Visma se hizo con la Tirreno-Adriático después de recuperarse del accidente sufrido en La Vuelta. Él mismo aceptó que no esperaba “estar tan bien” ante la gravedad del incidente. 

Vingregard parece resguardar su energía para el Tour. El danés sabe que tendrá una férrea defensa del título y que los eslovenos serán huesos duros de roer en la Grand Bouclé.