Chimy Ávila (29) es uno de los jugadores más destacados de Osasuna, club en el que compite desde la temporada 2019/20, ya en Primera. Esa misma temporada superó los diez tantos entre LaLiga Santander y la Copa del Rey en 22 partidos, cifra que hubiese sido mucho más elevada de no haber sufrido una grave lesión en la rodilla -y una segunda meses más tarde-. Había alcanzado los dos dígitos un año antes, también en la élite, cuando vestía la camiseta del Huesca, donde vio 14 amarillas pese a ser delantero.
Su carrera deportiva empezó en Argentina (Tiro Federal y San Lorenzo de Almagro), pero lo cierto es que la mayor parte la ha desarrollado en España. Y eso hace que le tenga una gran estima a su país de adopción, el mismo al que podría representar próximamente e incluso durante este mes de marzo, ya que forma parte de la prelista confeccionada por Luis de la Fuente, que debutará como seleccionador absoluto el día 25 contra Noruega en La Rosaleda (Málaga), tres días antes de visitar Escocia.
Preguntado por este reconocimiento y la posibilidad de vestir la camiseta de la Roja por primera vez, se mostró muy ilusionado. "Estoy contento. Siempre lo digo, la defenderé con alma y con vida. Es el país que me arropó y mi familia, que aprendió a vivir sin miedo aquí, se siente feliz. Yo soy una persona muy agradecida", explicaba el atacante este lunes por la noche ante los medios de comunicación. Hasta parece dar por hecho, en vista de esas declaraciones, que ese momento llegará con seguridad.
Protagonista por un gol anulado a Ez Abde que desde El Sadar no entienden porque las imágenes ofrecidas por el VAR dejan muchas dudas, Ávila habló también sobre la falta de acierto de cara al arco rival que está padeciendo el conjunto navarro en las últimas semanas: "Son rachas. No solamente son los delanteros de Osasuna, sino que pasa en muchos equipos. Creo que, a veces, somos un poco impacientes y eso nos hace tomar malas decisiones. Ya se verá la portería y volveremos a convertir de nuevo".