La Copa Davis, que se celebra en Málaga hasta el domingo, se ha quedado huérfana después de la prematura eliminación de España, que ha perdido los dos partidos de individuales contra Croacia.
A pesar de que Bautista y Carreño parecían superiores a sus rivales, al menos en teoría, finalmente niguno de los dos pudo batir a sus rivales. Y eso que lo que más se temía era tener que llegar a los dobles, donde la pareja croata es una de las mejores del mundo, si no la mejor.
El partido de Carreño, número 1 de España ante las bajas de Carlos Alcaraz y de Rafael Nadal, empezó bien. Con un público que llenó el Martín Carpena con las casi 10.000 localidades vendidas y que se volcó con los suyos, se hizo con el primer set por 7-5 después de romperle en dos ocasiones el servicio a Cilic. La clave de este primer parcial estuvo en el 5-5 con tres bolas de break que aprovechó el español sin pestañear.
En el segundo, sin embargo, todo cambió. Cilic empezó a golpear con más seguridad, haciendo bueno su saque en una pista más rápida de lo que convenía al anfitrión. Carreño sufría mucho con su servicio y a punto estuvo de perderlo en dos juegos hasta que finalmente, con 3-2 en contra, lo perdió. Con 4-2 a su favor, todo fue rodado para el balcánico, que se llevó esa segunda manga por 6-3.
Y en el decisivo, los nervios, la responsabilidad aumentaron los errores no forzados. Carreño perdió su saque en dos ocasiones seguidas y el croata se puso 4-2. Reaccionó el español, impulsado por los seguidores en la grada y se apuntó tres juegos seguidos para remontar. El público se divertía con el 4-5 y luego con el 5-6 y 30 iguales. Dos puntos más y la victoria sería para España.
Pero reaccionó Cilic para forzar el tie break y terminar jugando mejor y con mayor serenidad los puntos decisivos. Una enorme decepción para Carreño, para todo el equipo nacional, empezando por el capitán, Sergi Bruguera, y para el aficionado que se queda sin España en las semifinales.
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