Mientras Memphis Depay vestirá de rojiblanco lo que queda de temporada y dos años más, a Yannick Carrasco le quedan pocos meses en el Metropolitano. Ya se negó a firmar la renovación que hace meses le ofreció el Atlético de Madrid para prolongar su contrato, que ahora finaliza en 2024. Y eso hace que este verano, si insiste en rechazar una ampliación, vaya a ser uno de los jugadores por lo que se haga caja.
De ningún modo, pues, se le dejará irse gratis. De ahí que el Barcelona haya querido sacar tajada mientras negociaban el traspaso de Memphis. Primero, fue una permuta a pelo, es decir, un intercambio de futbolistas sin más. Pero el hecho de que el neerlandés acabase su vinculación en cinco meses ya bajaba mucho su cotización. Tampoco Simeone (52), tras permitir las salidas de Cunha y Joao Félix, quería perder a uno de sus mejores hombres.
Así que se han llevado dos negociaciones distintas, pero relacionadas. La primera, el traspaso de Memphis por tres millones de euros más un bonus de otro más. La segunda, la de una opción preferencial por Carrasco a ejecutar a final de temporada. El valor, menos de 20 millones de euros en total.
Habrá que ver si el Barcelona resuelve sus problemas financieros y reduce lo suficiente la masa salarial para que LaLiga le permita inscribir nuevos jugadores. En caso de que lo consiga, y sólo entonces, podría pensar en fichar al todavía jugador atlético.