Bea González y Delfi Brea demostraron en Barcelona que están llamadas a ser las reinas del pádel en los próximos tiempos. Tardaron cinco meses en adjudicarse un torneo del World Padel Tour este año, pero la segunda mitad del 2023 ha sido especialmente exitosa. De hecho, afrontaban el Master Final tras haber ganado en Malmoe, en México y en Milán (del circuito Premier) de forma consecutiva. Mejor, imposible.

La de Buenos Aires ni siquiera estuvo presente en la edición anterior, mientras que su compañera (entonces junto a Marta Ortega) se despidió en las semifinales. Entonces, claro, no estaba en un punto tan excelso de su carrera y eso ha quedado claro este domingo. El Palau Sant Jordi, con récord de asistencia en el último turno del sábado, acogió un partido que estuvo mucho más desequilibrado que los dos anteriores.

La dupla revelación del fin de semana, formada por Jessica Castelló y Aranzazu Osoro, encaraba el choque en una situación similar a las otras eliminatorias. En ningún caso eran favoritas y, sin embargo, habían conseguido avanzar. El reto era mayúsculo ante las Superpibas, que sufrieron menos desgaste el viernes pero sudaron la gota gorda el día siguiente (contra Paula Josemaría y Ari Sánchez en un duelo que se resolvió por 7-6, 3-6 y 6-2).

El todo o nada por la gloria duró mucho menos de lo deseado por el público, que ni siquiera disfrutó de un tercer set. La manga inaugural estuvo más igualada (6-4), si bien cayó del lado de González y Brea. A partir de ahí, con el impulso que da completar buena parte de los deberes, todo fue mucho más sencillo. Castelló y Osoro, que se vieron muy superadas, apenas aguantaron el ritmo. La derrota se confirmó con un contundente 6-1.