Los Orlando Magic son uno de los equipos más jóvenes de la mejor liga de baloncesto del mundo, la NBA. En 1989, el equipo de Florida entró en la liga como parte de una expansión junto con los Minnesota Timberwolves, un año después de que lo hicieran los Charlotte Hornets y otro equipo de Florida, los Miami Heat.
Desde entonces, los Magic han vivido dos épocas de gloria, una a mediados de los 90 y otra a finales de los 00, y puede que una tercera esté en camino. En cualquier caso, Orlando sumó su octava victoria consecutiva el jueves por la noche al derrotar a los Washington Wizards por 139-120 en casa, en el Amway Centre.
Los Magic, dirigidos por el entrenador Jamahl Mosley, están ahora justo detrás de los poderosos Boston Celtics, que ocupan el primer puesto de la Conferencia Este con 14 victorias en sus primeros 18 partidos. Los Magic están sólo una victoria por detrás con 13 en 18 partidos jugados.
Aunque el resultado del jueves por la noche indicaría que los Magic son el tipo de equipo que intenta superar a sus oponentes ofensivamente en lugar de cerrarlos defensivamente, en realidad es todo lo contrario.
En la liga, sólo los Minnesota Timberwolves, actuales líderes de la Conferencia Oeste, y los ya mencionados Boston Celtics tienen mejor valoración defensiva que los Orlando Magic. Y de hecho es un poco una tendencia histórica.
Porque incluso en las dos antiguas épocas de gloria del equipo, éste se vio impulsado por unas defensas impresionantes, empezando a mediados de los 90, cuando el equipo llegó en 1995 hasta las Finales de la NBA sólo para ser derrotado por los magníficos Houston Rockets de Hakeem Olajuwon.
En aquella época, la mayor estrella de los Magic era, con diferencia, Shaquille O'Neal. 'The Diesel' jugaba su tercera temporada en la NBA y, además de dominar ofensivamente con más de 29 puntos, era un incordio para los rivales, con una media de más de dos tapones por partido, y el gigantesco estadounidense cogía más de 11 rebotes por encuentro.
También le acompañaban nombres fuertes como Penny Hardaway, Nick Anderson y Horace Grant, pero en las finales, el equipo de Orlando, por lo demás fuerte, fue aplastado por unos Houston Rockets aún más fuertes, que ganaron 4-0.
También lo hicieron bien la temporada siguiente, pero Michael Jordan había regresado a la NBA tras un único año como jugador de béisbol, por lo que Shaq y compañía perdieron en las Finales de Conferencia, esta vez por 4-0 contra Jordan y el resto de los Chicago Bulls.
Pasarían varios años antes de que los Magic volvieran a alcanzar un periodo de grandeza, y esta vez fue, de nuevo, con un pívot grande y físicamente imponente como protagonista, Dwight Howard. Todo culminó con otra aparición en las Finales de 2009, donde Howard también ganó su primero de los tres títulos consecutivos de Jugador Defensivo del Año.
Orlando volvió a caer en las Finales, esta vez ante Los Ángeles Lakers de Kobe Bryant, pero de nuevo el equipo se construyó en torno a una sólida defensa. De hecho, ningún equipo de la NBA tuvo mejor valoración defensiva esa temporada que los Orlando Magic.
Junto a jugadores de la talla de Rashard Lewis y el turco Hedo Türkoğlu, Dwight Howard formaba una defensa intimidatoria, y el pívot estadounidense promediaba casi tres tapones y un robo por partido.
Desde entonces, sin embargo, todo ha ido cuesta abajo para los Magic, que durante seis temporadas seguidas a principios de la década de 2010 ni siquiera llegaron a los playoffs, y no lo han hecho en las tres últimas temporadas. Ahora, sin embargo, la marea ha cambiado.
Y una vez más, es la defensa la que impresiona. Especialmente Franz Wagner, cuyo hermano mayor, Moritz Wagner, también juega en el equipo, ha impresionado delante de su propia canasta. El alemán ocupa un impresionante noveno puesto en la categoría estadística avanzada 'Defensive Win Shares', a la altura de reconocidos jugadores defensivos como Jrue Holiday, de los Boston Celtics, y Kawhi Leonard, de Los Angeles Clippers.
Paolo Banchero, Novato del Año de la NBA la temporada pasada, también impresiona defensivamente y está en la mencionada categoría a la par con jugadores de la talla de Jimmy Butler, de Miami Heat, y Pascal Siakam, de Toronto Raptors.
Ya el sábado por la noche, los Orlando Magic volverán a la pista para medirse a los Washington Wizards, de nuevo en casa, en el Amway Centre. Al mismo tiempo, los Boston Celtics se enfrentan a los Philadelphia 76ers en un partido complicado, por lo que con otra victoria sobre los Wizards y una derrota ante Boston, los Magic podrían quedar pronto empatados con los Celtics en lo más alto de la Conferencia Este.