Es una bomba en el mercado de fichajes de la NBA. Así hay que calificar un traspaso que ha implicado a tres franquicias, Blazers, Bucks y Suns, y casi a una decena de jugadores, incluyendo varias selecciones futuras de draft.
Lo más importante es que Damian Lillard, con medias el pasado curso de 32.8 puntos, 4.8 rebotes y 7.3 asistencias, tiene lo que quiere, que es jugar en un equipo que le permitirá luchar de verdad por el anillo. Tras toda una vida en Portland, se une a Giannis Antetokounmpo en Milwaukee.
Por su parte, los Blazers reciben al base Jrue Holiday, al pívot estelar DeAndre Ayton, a Toumani Camara y a una elección de primera ronda no protegida del draft de 2029.
El tercer equipo implicado es el de Phoenix, que recibe a Nurkic, que suplirá como pívot titular a Ayton, además de a Nassir Little, Keon Johnson y Grayson Allen.
Todos, al parecer, salen ganando. Estos últimos, que cuentan con Kevin Durant, Devin Booker y Bradley Beal, consiguen más fondo de armario a su plantilla, además de la citada inclusión en el quinteto de Nurkic.
También ganan, por supuesto, los Bucks con Lillard y Anteto, y Khris Middleton o Brook López como complementos.
Y los Blazers añaden a su reconstrucción a Ayton, con 25 años y al que aún le queda potencial por exprimir, además de quitarse de en medio el problema de tener a Lillard a disgusto.