Dennis Schröder (Alemania)
El de los Lakers llegaba al Mundial como la gran referencia de su selección y cumplió con los pronósticos. Sólo bajó de la decena de puntos en una ocasión (nueve frente a Letonia), sumó 30 contra Australia y 28 en la gran final. Además, alcanzó el doble doble ante Eslovenia y estuvo muy cerca de conseguirlo en la semifinal ante EE.UU., aunque sorprendentemente acabó como el cuarto máximo realizador -séptimo si se cuentan ambos conjuntos- en una jornada muy alegre. Es el único de los cinco protagonistas que puede presumir de haber ganado los ocho partidos y ha sido designado MVP del campeonato.
Estadísticas por partido: 17,9 puntos, 2 rebotes y 6,7 asistencias.
Shai Gilgeous-Alexander (Canadá)
La ausencia de Jamal Murray reforzaba su condición de estrella y se puede decir que cumplió con tal cometido, como demuestra el hecho de que esté entre los más destacados. Llegó tres veces a dobles dígitos en lo que a canastas se refiere a la vez que en asistencias o rebotes. Su actuación más floja fue ante los de Svetislav Pešić y derivó en una dolorosa derrota para dejar el bronce como el mayor de los botines. Difícilmente hubiese llegado tan lejos el combinado norteamericano sin el base de los Thunder, que ha cumplido con nota.
Estadísticas por partido: 24,5 puntos, 6,4 rebotes y 6,4 asistencias.
Anthony Edwards (Estados Unidos)
Sus registros están algo condicionados por lo visto frente a la Azzurra, cuando tuvo un rol muy residual en todos los sentidos (estuvo en pista menos de lo habitual) porque la victoria estaba asegurada desde bien temprano. Es, de entre los mencionados, el peor con diferencia si se pone el foco en las asistencias. Brilló con luz propia ante Lituania, pero los 35 de anotación fueron insuficientes para que su equipo, víctima de una notoria falta de intensidad en defensa, pudiera vencer. El joven escolta de los Minnesota Timberwolves aspira a seguir liderando a su franquicia en la próxima temporada de la NBA.
Estadísticas por partido: 18,9 puntos, 4,6 rebotes y 2,8 asistencias.
Bogdan Bogdanovic (Serbia)
Sostuvo a los balcánicos en muchos momentos complicados, pero se le echó en falta cuando más se demandaban sus servicios, este domingo en el choque ante los germanos. El amago de remontada llegó gracias a Aleksa Avramovic, letal en la fase decisiva del duelo, esa en la que apenas se vio al jugador de los Atlanta Hawks. Frente a Sudán del Sur y ante Canadá sumó 23 tantos, dos encuentros con final feliz para los suyos. Salvo en la última cita, la más importante de todas, puede presumir de haber conseguido ser bastante regular a lo largo de estas semanas.
Estadísticas por partido: 19,1 puntos, 3,3 rebotes y 4,6 asistencias.
Luka Doncic (Eslovenia)
Es el que tiene mejores números, pero su indiscutible liderazgo sólo sirvió para quedar en la séptima posición. No es un resultado demasiado bueno para un combinado que ha encadenado hasta tres derrotas consecutivas. El ex del Real Madrid fue incapaz de evitar esta mala dinámica (encajaron 100 en todos ellos) y de poco sirvió que superara la veintena de cara al aro rival -no bajó de 19 en ninguna de sus ocho participaciones-. Empezó por la puerta grande ante Venezuela y Georgia y estuvo muy cerca de despedirse con un triple doble contra Italia (sólo le faltaron un par de asistencias).
Estadísticas por partido: 27 puntos, 7,1 rebotes y 6,1 asistencias.
