Los sueños permiten que el ser humano realice acciones increíbles. En especial cuando el destino lo obliga a superar obstáculos para cumplir sus objetivos. Este miércoles, el Gran Canaria no ha podido concretar su anhelo y, ante su afición, ha perdido un encuentro en el que despertó sobre el final ante el Real Madrid (81-89).
Los blancos no dejaron espacio para las sorpresas. El Gran Canaria inició con presión durante el primer cuarto. Brussino, con dos triples, Benite y Balcerowski, con cinco punto seguidos, impulsaron al equipo ha liquidar al Real Madrid, situándose (18-16).
En el segundo, el buen juego del local continuó. Slaughter, con dos triples, y Salvó, con un 2+1, llevaron al máximo a los dirigidos por Chus Mateo, quienes se toparon con un extraño (29-24 14 min). Antes del descanso, sin embargo, llegó el momento cumbre del partido cuando el Real Madrid pisó el acelerador.
Balcerowski, onmipresente en todo el campo, empujó a los suyos -con nueve puntos- a levantar cabeza y, antes del descanso, el Real Madrid ya le había dado la vuelta al marcador (37-39).
La remontada marcó un antes y un después: tras el descanso, el Real Madrid salió en tromba obligando con un parcial 0-7 (37-46) a Jaka Lakovic a pedir tiempo muerto.
Musa y Llul, los eternos líderes del vestuario, asumieron el reto. Rodríguez-Tavares y, luego de un parcial de 2-14, el equipo expuso su pegada y amplió la ventaja (56-67).
Slaughter, Nikolic, Salvó e Inglis, acto seguido, acercaron al Gran Canaria con un 15-0 (73-77) que ilusionó al público. El Madrid, sin embargo, no quería problemas y, con solvencia, empezó a decantar el encuentro 81-85 a falta de 59 segundos. En la última del partido, los merengues pusieron el (81-89) final y terminaron la temporada de ensueño del Gran Canaria, que acabó aplaudido por su público tras el duelo ante los de Chus Mateo.