Jabari Parker (28) llega a Europa con dos objetivos: uno, relanzar una carrera marcada por las lesiones, la irregularidad y las ausencias. Dos, ser en el Barça la figura que nunca pudo alcanzar en la NBA.
El Barcelona necesita a un líder. A un jugador diferente. A un hombre con experiencia, que conozca la sensación de la victoria y que digiera el sabor de la derrota. Parker, en el último tiempo ha probado más de las tristezas que de las alegrías. Por ello, la afición del Barça, que celebró a lo grande el título de la Liga Endesa obtenido ante el Real Madrid, no termina de sentirse satisfecha con su incorporación.
Las dos roturas de ligamento cruzado anterior que sufrió el jugador nunca le han permitido regresar a su máximo nivel. El Barça, que realizó un fichaje importante, toma un riesgo enorme: contrata a un deportista sin ritmo y con antecedentes físicos complejos.
Es una incóngita mayúscula si alcanzará su 100% o no. Por ahora, el único punto claro para el cuadro culé es que el mercado sigue en curso y que las pescas en la NBA no han finalizado.