No se podían permitir Jasikevicius y sus jugadores un tropiezo que les castigase aún más en lo físico, pero sobre todo en lo anímico. El campeón de la fase regular quiso desde el salto inicial demostrar su superioridad ante un conjunto taronja que fue fiel a su falta de conjunción y cuya resistencia apenas duró un par de minutos.
Como ocurrió en el Palau, el Barça basó su ataque en la paciencia y en los triples para superar la defensa zonal enemiga. En el minuto 7 la diferencia hablaba por sí sola (8-19) y más que lo hizo al final del primer cuarto (13-26) después de haber disfrutado de un +15 y tras haber anotado 7/11 desde más allá del 6.75.
El segundo fue un calco para desgracia de los de Mumbrú, que comenzaron con un 0-8 en contra, que llevó el hueco a 21. Una distancia que se quedó en 17 al descanso (26-43). Pero de relajación o de maquillar el resultado, nada de nada. Los azulgrana fueron una apisonadora, lanzando por encima del 50 % de acierto, dominando el rebote y ahogando todos los planes de un rival que no jugaba en equipo.
Récord histórico de triples
Y, por supuesto, siguieron martilleando el aro valenciano, buscando el récord de triples en playoffs -17- que superarían con un tiro de Tobey en el último minuto dejándolo en 18. Una actuación coral de todos los jugadores que les llevó a marcharse de 27 en el tercer acto ante una Fonteta que ya había bajado los brazos y reducido sus cánticos cuando aún quedaba el último cuarto por disputarse.
Al final, contundente victoria del Barcelona por 64-87, con cinco jugadores en dobles figuras, ante un Valencia Basket que acaba el curso baloncestístico de la peor manera, con muchas fisuras, con la necesidad de una remodelación total en la plantilla y con sonoro abucheo de su público.
Los catalanes, por su parte, siguen adelante y se medirán al Unicaja a partir del miércoles.
Satoransky, con 14 puntos y 7 asistencias, y Mirotic, con 13 puntos, 5 rebotes y 4 asistencias, fueron los mejores del Barça.
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