Su mensaje es el que tiene que calar en todos los ámbitos. Más allá de las sanciones que acarreen como consecuencia de la bochornosa trifulca, hay que pasar página cuanto antes y que el martes sólo se hable de baloncesto en tierras serbias cuando ambos rivales se vuelvan a ver las caras.
Eso es lo que quiere Obradovic, exentrenador del Real Madrid. "Esto está en manos de los árbitros y en manos de la Euroliga. Creo que lo ocurrido no es bueno para la imagen del baloncesto, ni para la imagen del Real Madrid ni para la del Partizan. En mi opinión, esto no debería ocurrir nunca. En segundo lugar, estamos hablando de emociones, ¿no? Los jugadores tienen emociones y esto ha ocurrido. Pero por otro lado, después del partido, se saludaron y no hubo ningún problema. Esto ha pasado durante el partido, se ha acabado y se ha hablado entre ellos", ha expresado el técnico del Partizán.
Y no se ha quedado ahí sino que ha insistido en que no quiere venganzas ni nada por el estilo. "A partir de este momento, voy a intentar calmar a toda la gente de Belgrado. ¿Por qué? Porque tengo amigos aquí. Es un gran club, el Real Madrid. Quiero que la gente hable de baloncesto, no que hable de esto. Ha pasado y ya está. Siempre hemos tenido aquí una hospitalidad impresionante por parte de todo el mundo en Madrid. Como he dicho, tengo amigos aquí y siento un gran respeto por todos".
No se va a quedar ahí el bueno de Zeljko sino que va a insistir todos los días. Se puede decir más alto pero no más claro. "Cuando vayamos a Belgrado mañana, voy a hablar de eso. Voy a intentar calmar a todo el mundo para que recibamos al Real Madrid como la gente de aquí nos ha recibido a nosotros. Que van a apoyar a nuestro equipo, sí, pero que no van a hacer nada contra el Real Madrid. Todo el mundo tiene que sentirse bien. A partir de hoy voy a empezar, y cada día lo voy a repetir. Tenemos que hablar de baloncesto porque cuando hablamos de baloncesto no hay nada mejor", ha concluido.