El Barça de Grimau, humillado en Mónaco, vuelve a perder de 20, esta vez en Euroliga (91-71)

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El Barcelona es una caricatura y vuelve a perder de 20 (91-71)
Mike James, imparable para la frágil defensa del Barça
Mike James, imparable para la frágil defensa del BarçaFC Barcelona
El desastre del Barcelona de Roger Grimau no tiene fin. Si el miércoles era el Unicaja, en ACB, el que la barría del parqué ganándole 91-71, esta vez fue el Mónaco, en Euroliga, el que le derrotó repitiendo idéntico marcador. Para colmo, Willy Hernangómez, jugador franquicia, sólo jugó siete minutos en el segundo cuarto. Algo pasa y todo apunta al entrenador.

Como si aún tuviera resaca del repaso que le metió el Unicaja en Málaga, el Barcelona salió ante el Mónaco acongojado, sin confianza alguna. De ahí el 14-3 inicial que hacía dudar mucho del espíritu con el que afrontaba esta última jornada del año en la Euroliga. Y aunque reaccionaron con la entrada de Jabari Parker para ponerse a cinco, Mike James tomó la iniciativa para recuperar el mando y, con un triple de Okobo, sellar el primer cuarto con la máxima renta (27-15). 

Ante la falta de intensidad, especialmente al rebotear, Grimau se acordó por fin de Hernangómez. Pero el resto no acompañó, acumulando pérdidas que facilitaban la transición a los monegascos, liderados por Kemba Walker (38-22). Y aunque la tónica continuó unos minutos más con hasta cuatro balones regalados por Laprovittola, fue el argentino, con un triple, el que firmó la última canasta antes del descanso para dejar la distancia 'sólo' en 11 (47-36).

Tímida e inconstante reacción

Faltaba agresividad en el Barça y la encontró -aunque le costó una barbaridad y una técnica a Grimau- para bajar de la decena de desventaja (54-46, min. 25). Ahí apretó los dientes el Mónaco y volvió a cegar el ataque culé para poner tierra de por medio con un robo y dos triples consecutivos de Diallo al término del tercer cuarto (67-52).

Tocaba remontada y de las grandes. Pero la gestión desde el banquillo fue más que discutible, sin usar más a Willy Hernangómez, que había sumado 4 puntos y 6 rebotes en sólo siete minutos del segundo cuarto. Si Grimau quería castigarle por su fragilidad defensiva, entonces tendría que jugar con el filial. Porque el 17-0 de inicio en el último cuarto fue vergonzoso, humillante e indigno del Barcelona.

Con 84-55 ya no había nada que hacer. O sí, bajar los brazos más aún y que la distancia llegase, que llegó, a los 30. Ahí es cuando ya el Mónaco dijo que era suficiente y los catalanes maquillaron el marcador para perder, como en Málaga, 91-71. 

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Todas las estadísticas del Mónaco-Barcelona, en Flashscore.