Red Bull esperaba haber dejado atrás en la pista las tensiones derivadas del asunto Horner, pero a pesar de una nueva pole position ganada por Max Verstappen en el GP de Arabia Saudí, el equipo se vio sacudido de nuevo por la noticia de que el propio Helmut Marko es objeto de una investigación interna.
Después de que el director del equipo, Christian Horner, fuera absuelto la semana pasada de las acusaciones de "comportamiento inapropiado" hechas por una empleada, que fue suspendida por Red Bull el jueves, ahora el influyente asesor ha entrado en el punto de mira.
"Una investigación interna ha sido abierta por la empresa matriz Red Bull y tiene como objetivo a Helmut Marko, sospechoso de estar detrás de las filtraciones a la prensa como parte del caso Horner", indicó una fuente. Marko recibió de inmediato el apoyo de Verstappen, muy cercano al expiloto austriaco de 80 años.
El holandés ha vinculado a menudo su destino en Red Bull al del asesor. "Siempre he dicho en el equipo, a gente de altos cargos, que él era una parte importante de toda mi toma de decisiones y de mi futuro en el equipo, así que es muy importante que se quede", subrayó Verstappen.
"Es importante permanecer juntos porque creo que si perdiéramos a un pilar así sería un gran problema para el equipo y para mí. Así que Helmut tiene que quedarse", insistió el campeón del mundo de F1.
Entrevistado por el canal de televisión austriaco ORF, Marko insinuó que no se descarta una suspensión. "La posibilidad teórica sigue existiendo. Es difícil de juzgar... digamos que yo decidiré en última instancia qué hacer', explicó. "Es una cuestión muy compleja. Una vez más queremos paz en el equipo. Este campeonato será bastante difícil con 24 Grandes Premios y tenemos que centrarnos en eso", concluyó.